El Gobierno ha decidido que no va a quedarse de brazos cruzados mientras el PP intenta patrimonializar el Día de la Hispanidad. Los estrategas del Ejecutivo argumentan que es "la primera vez en democracia" que un partido quiere usar de manera partidista la llamada Fiesta Nacional, la bandera y el nombre del país, y añaden que no están dispuestos a permitir que los populares se salgan con la suya. Por eso han ordenado a los cargos del Ejecutivo que denuncien lo que califican de "apropiación indebida" de símbolos que son de todos los españoles. Como ejemplo más evidente citan el lema Somos España de la campaña que el PP ha lanzado para convocar a los ciudadanos a celebrar el 12-0.

En los despachos socialistas son conscientes de que en el desfile militar del próximo viernes el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, deberá aguantar, como el año pasado, silbidos y más de un abucheo. Pero en la Moncloa pronostican que las imágenes de radicalidad y los mensajes catastrofistas del PP tendrán un efecto bumerán y acabarán jugando en contra de los intereses de Mariano Rajoy. El Gobierno afirma que los ciudadanos saben que la unidad de la patria no está en peligro, y que en su gran mayoría no están dispuestos a caer en la crispación que busca imponer el PP. Los españoles, según el Ejecutivo, se dan cuenta de que la derecha intenta "crear discordia" para luego culpar a Zapatero.

JUGAR CON "LO MAS SAGRADO" En el Gobierno se insiste en que Zapatero mantiene su apuesta por la España plural frente al mensaje uniformista que proclama Rajoy. El portavoz del Grupo Socialista, Diego López Garrido, denunció que el PP, de manera "irresponsable", está actuando "no solo" contra el Gobierno, sino "contra su propio país". López Garrido insistió en que al PSOE tampoco le gusta que se quemen fotos del Rey ni que no ondeen "las banderas que legalmente tienen que ondear", pero añadió que al PP le vale todo con tal de erosionar al Ejecutivo usando "lo más sagrado, los símbolos que unen". "Con eso no se puede jugar", advirtió.

UTILIZAR LOS AYUNTAMIENTOS Los socialistas también acusan al PP de utilizar los ayuntamientos como altavoz de su estrategia. Justifican esta denuncia en la carta que las Nuevas Generaciones del PP enviaron el 1 de octubre a los alcaldes populares pidiéndoles que se hicieran eco de su campaña, pensada para criticar "la debilidad de Zapatero ante los independentistas radicales" y "el miedo a defender con orgullo lo que somos".