La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, presentó ayer en Nueva York el plan de derechos humanos aprobado el viernes por el Consejo de Ministros. Lo hizo con un discurso en la sede de Naciones Unidas, que celebra el 60º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y en su intervención definió la propuesta española como "un documento vivo, activo e interactivo", que será "evaluado continuamente" y será "alimentado a cada paso con nuevas propuestas".

"No bajamos la guardia porque somos conscientes de que, en el mundo de los derechos, pararse es retroceder", aseguró De la Vega, que insistió en el "compromiso" del Gobierno con los principios de igualdad y no discriminación y con la garantía de los derechos "tanto en España como en el exterior".

BASE PARA LA CARTA MAGNA La vicepresidenta del Gobierno, además, recordó que la Constitución española, aprobada justo 30 años después de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, señala a ese documento internacional como base de los derechos fundamentales.

Por la mañana, horas antes de su intervención y de su asistencia por la tarde a un concierto de la Orquesta de las Tres Culturas, que dirige Daniel Barenboim y copatrocina España, la vicepresidenta mantuvo un desayuno con los medios en la sede de la misión española ante la ONU, en el que presentó y realizó una encendida defensa del plan. "No entiendo que alguien esté en contra, pero si alguien lo está pues lo hablamos", declaró.

De la Vega defendió puntos concretos como los cinco referentes a la libertad religiosa, medidas que "no van --defendió-- en contra de nadie y no pretenden restringir los derechos de nadie, sino permitir la convivencia pacífica que hoy se da en la sociedad civil". Insistió, asimismo, en que la mera aprobación del plan coloca a España en la "vanguardia" europea de la lucha por los derechos humanos junto a naciones como Suecia.

GUANTANAMO Y LOS VUELOS A preguntas de la prensa, De la Vega también hizo referencia a los polémicos vuelos secretos de la CIA, la prisión de Guantánamo y el potencial de que la nueva Administración estadounidense, encabezada por el presidente electo, Barack Obama, mejore el respeto a los derechos humanos en Estados Unidos.

"Estoy convencida de que vamos a avanzar", dijo respecto al potencial de trabajo con el nuevo Gobierno de Barack Obama. En particular, se refirió a la posibilidad de que Hillary Clinton sea confirmada como secretaria de Estado, y se mostró "segura" de que Madrid y Washington tendrán "una relación de cooperación positiva y fluida".

En lo referente a los vuelos, De la Vega defendió vehementemente que "el Gobierno de España no ha amparado ni ha autorizado ningún vuelo" y aseguró: "Al margen de la legalidad no caben actuaciones. No vamos a permitir resquicios en materias de derechos humanos".