El Alakrana navega libremente hacia aguas más seguras. Todos los miembros de la tripulación se encuentran sanos y salvos", anunció ayer José el presidente Luis Rodríguez Zapatero. El presidente del Gobierno comunicó en una comparecencia en la Moncloa la liberación del atunero y celebró el final feliz de un secuestro de 47 días que ha erosionado al Ejecutivo por las dudas sobre las consecuencias de algunas de sus decisiones. Zapatero respondió con evasivas cuando se le preguntó si ha habido pago de rescate, un monto que, según algunas fuentes, asciende a 2,3 millones de euros: "El Gobierno ha hecho lo que tenía que hacer. La primera obligación de un país es salvar las vida de sus compatriotas". Las fragatas Canarias y Méndez Núñez escoltan desde ayer por la mañana al Alakrana y sus 36 tripulantes (16 españoles) en su rumbo hacia las islas Seychelles, donde la empresa armadora tiene su base de operaciones. La ministra de Defensa, Carme Chacón, informó de que los marineros llegarán a España el sábado en un avión enviado por su departamento. El Ejecutivo ha ofrecido a los familiares viajar hasta las Seychelles para darles la bienvenida.

MAS DE DOS MILLONES Las primeras noticias sobre la liberación empezaron a llegar a España ayer a primera hora. La agencia Reuters citó a un pirata que les confirmó que los corsarios habían abandonado el atunero. Ese mismo pirata erigido en portavoz fue el que aseguró que el rescate se había cerrado en 2,3 millones. Según la SER, parte del pago se realizó en metálico desde el aire, un sistema que ya se ha utilizado en otros secuestros anteriores.

El presidente del Gobierno, en una comparecencia junto a su homólogo húngaro, Laszlo Solyom, no quiso dar detalles sobre cómo ha participado el Ejecutivo en el pago del rescate, más allá de dar "todo el apoyo al armador" y dejar que el embajador en Kenia, Nicolás Martín Cinto, se gane --tras mediar en varios secuestros-- el apodo de supernegociador . Zapatero insistió en que su deber es "salvar la vida de los compatriotas" y pidió "prudencia y responsabilidad".

La vicepresidenta primera y jefa de la célula de crisis, María Teresa Fernández de la Vega, afirmó que el Alakrana fue liberado a las dos de la tarde y que las fuerzas de seguridad españolas no detuvieron a los piratas conforme iban abandonando el atunero porque el objetivo principal era liberar a la tripulación. Fuentes militares añadieron que el atunero estaba a dos millas de la costa y las fragatas españolas, a 30 del barco. Chacón explicó que los corsarios fueron abandonando el Alakrana poco a poco y que los últimos cinco volvieron en una zodiac a la costa que fue escoltada por otra con otros tantos corsarios. La ministra apuntó que durante todo el día se mantuvo un dispositivo militar para evitar que el Alakrana fuera "recapturado" por otros piratas, como ha ocurrido en otros casos.

FISURAS De la Vega no quiso explicar si para conseguir la libertad del atunero se ha tenido que llegar a algún tipo de pacto sobre el futuro de los dos piratas capturados y trasladados a España, la decisión más controvertida por las consecuencias que ha tenido para la negociación. Preguntada sobre si el Gobierno está dispuesto a que los dos corsarios --que serán juzgados antes de fin de año-- cumplan condena en Somalia, De la Vega respondió que la respuesta "está en el ámbito del poder judicial".

El traslado a España de los dos piratas se ha convertido no solo en el principal rompecabezas legal de la crisis del Alakrana , sino que ha supuesto el distanciamiento evidente entre De la Vega y Chacón. Ambas protagonizaron la semana pasada un agrio episodio de intercambio de notas oficiales para dejar claro que el Gobierno estaba actuando "unido" y los criterios sobre si era o no oportuno trasladar a España a los detenidos eran "unánimes".

Ayer, como dijo Zapatero, la noticia era la buena nueva de la liberación, pero el Partido Popular ya ha advertido de que hoy mismo empezará a pedir explicaciones al Gobierno.