La lendakari en funciones, Isabel Celáa, dio ayer una nueva vuelta de tuerca al objetivo del Gobierno vasco de impedir cualquier presencia de iconografía proetarra en los municipios de Euskadi. Celaá aprovechó su presencia en fiestas de la localidad guipuzcoana de Azpeitia, gobernada por ANV, para reclamar a todos los ayuntamientos vascos que colaboren para "erradicar" a ETA, "a sus cómplices y sus ideas".

Cuando Celáa llegaba al Ayuntamiento de Azpeitia, cinco concejales de ANV alzaron carteles que componían el lema en euskera Solución para Euskadi, palabra, derecho a decidir y paz . La Ertzaintza los apartó, aunque instantes después varios familiares de presos de ETA profirieron gritos y mostraron carteles a favor del traslado y regreso de los reclusos al País Vasco.

Por otra parte, un edil de ANV en Villabona (Guipúzcoa), Remigio Aiestaran, falleció el viernes por un infarto tras discutir con agentes de la Ertzaintza que vigilaban que no se celebrara ningún homenaje a presos etarras. Familiares y amigos del concejal responsabilizaron de la muerte al lendakari, Patxi López.

Mientras, el obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, anunció que la Iglesia "no quiere renunciar" a ser un "catalizador" en la búsqueda de la paz, lo que exigiría "diálogo social y político" entre todas las sensibilidades.