El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) ha quedado en entredicho. Así lo entendió ayer el Gobierno vasco al considerar que la decisión del Tribunal Supremo de rechazar la admisión a trámite de la querella contra dirigentes del PSOE confirma el "sinsentido" del encausamiento de Juan José Ibarretxe por reunirse el 19 de abril con representantes de Batasuna.

Desde junio, cuando la Sala de lo Civil y Penal del tribunal decidió, con un voto en contra, admitir a trámite la querella del Foro Ermua contra Ibarretxe, el Gobierno vasco había denunciado la "injerencia" judicial en la acción política del lendakari. Fuentes de la presidencia opinan que la resolución del Supremo pone en evidencia que el tribunal vasco ha tomado decisiones sobre "intereses" que nada tienen que ver con los penales.

ENFRENTAMIENTO DE PODERES El encausamiento del lendakari por un presunto delito de desobediencia al reunirse con Arnaldo Otegi, Pernando Barrena y Juan José Petrikorena, ha dado lugar a un duro enfrentamiento entre poderes. El Ejecutivo de Ibarretxe incluso advirtió de que señalar al lendakari como un presunto delincuente "por buscar la paz" no iba "a salir gratis".

Los partidos del Gobierno organizaron un acto de desagravio a Ibarretxe en Gernika, muy criticado por la cúpula judicial vasca, arropada por la mayoría conservadora del Consejo General del Poder Judicial. También los socialistas desagraviaron a Patxi López y Rodolfo Ares, quien ayer se mostró satisfecho a la vez que exigió al PP una rectificación en su actitud "carroñera".

"DESAUTORIZACION" El consejero vasco de Justicia, Joseba Azkarraga, de Eusko Alkartasuna, dijo ayer que lo decidido por el Supremo es una "desautorización" en toda regla de la sala, que desantendió el argumento con el que el Gobierno vasco rechazó la admisión de la querella.