La próxima semana, el Gobierno pondrá por fin cifras y porcentajes a su propuesta de financiación, que hasta ahora se movía en el terreno de los conceptos. De esta manera, la vicepresidenta del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega, dio ayer por seguro que este paso será la antesala de un acuerdo definitivo en febrero con todas las comunidades autónomas.

Y es que el Ejecutivo de Zapatero está convencidísimo de que el pacto sobre financiación está más que encarrilado. Ese es el mensaje que, en público y privadamente, transmite el Ejecutivo al ser preguntado al respecto. Tanto es así que De la Vega llegó ayer a afirmar que "el pacto está ahí ya, está muy trabajado". En otros momentos de su comparecencia, la vicepresidenta usó su ya frase de "habrá acuerdo".

Así pues, ni el documento alternativo aprobado ayer por la Generalitat de Cataluña, ni la falta de concreción numérica y sobre el nuevo modelo, ni las críticas de diversas autonomías a la falta de claridad de la propuesta parecen hacer mella en el optimismo del Ejecutivo.

CONFIANZA EN LA NEGOCIACION En concreto, al Gobierno no le parecía ayer motivo de preocupación alguna que el tripartito catalán les hiciera llegar objeciones al nuevo mecanismo de reparto propuesto por el Ministerio de Economía. Ni que ahora sea la Generalitat la que diga no tener prisa por cerrar el sistema en pocas semanas. Para De la Vega, esta posición del Ejecutivo de Montilla refleja precisamente que las cosas van bien porque, "cuando se tiene la seguridad del acuerdo, todo el mundo está más tranquilo".

De la Vega pidió que se abandonen "intereses partidistas" en la negociación del modelo. En este sentido trató de situar al líder de la oposición, Mariano Rajoy, en una posición solitaria y aislada del acuerdo que tan seguro está el Gobierno de tener atado con las autonomías. "El principal partido de la oposición debe decidir si quiere quedar fuera o dentro, sumar o restar", insistió.

Preguntada sobre si el Ejecutivo está dispuesto a negociar con el PP algunas objeciones de los populares, la vicepresidenta situó esa posibilidad en el marco del Congreso, que deberá ratificar la modificación legislativa que conllevará el nuevo modelo. Pero De la Vega reiteró la presión al PP asegurando que, cuando se tramite en las Cortes, la nueva financiación ya habrá conseguido el apoyo "de todos los gobiernos autonómicos".

CEUTA Y MELILLA Mientras, el presidente del Gobierno sigue con su ronda de contactos. Finalmente, Zapatero recibirá probablemente la próxima semana en la Moncloa a los presidentes de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, para abordar también con ellos el nuevo reparto de los fondos públicos. De esta manera, Zapatero responde a la petición de estas ciudades. Así se cerrará la ronda de contactos bilaterales autonómicos.