Cada día que pasa, el Gobierno dice hallar más motivos de alarma en el nuevo escenario político catalán. El último, el propósito de Pasqual Maragall, de mantener "lo antes posible" un encuentro con Juan José Ibarretxe. Una cita que, para el Ejecutivo, entraña una grave provocación al PP pero sobre todo al PSOE, que ha condicionado el diálogo con el lendakari a que retire su plan soberanista.

Fuentes gubernamentales denunciaron ayer que, de reunirse con el lendakari --como ya hizo Artur Mas, de CiU--, Maragall estará legitimando el plan Ibarretxe y se preguntan si Zapatero actuará para impedirlo.