La justicia y la policía enviaron ayer un claro mensaje a ETA con la detención de 12 presuntos miembros de la red de extorsión de la banda en una operación franco-española. "El Estado de derecho no puede cruzarse de brazos", dijo el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Las detenciones --cinco en España y siete en Francia-- se producen la víspera de la fecha que baraja José Luis Rodríguez Zapatero para informar al Congreso de que inicia el diálogo con los terroristas para lograr el fin de la violencia. Y tienen la virtualidad de actuar como bálsamo contra el resquemor del PP ante el proceso de paz, al poner de manifiesto que la intención del Gobierno de dialogar con ETA no conlleva la relajación de la persecución policial de etarras.

CAEN HISTORICOS El magistrado de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska y la jueza antiterrorista francesa Laurence Le Vert decidieron "hace una semana", según Rubalcaba, proceder ayer a la desarticulación de parte del aparato de extorsión de ETA. En la operación policial han sido arrestados 12 presuntos miembros de ETA, buena parte de ellos "históricos" de la banda. Entre los detenidos se encuentra Julen Madariaga, de 73 años, fundador de la banda y actualmente dirigente de Aralar, formación aberzale que no respalda la violencia.

Madariaga y otros seis fueron arrestados en Francia, donde residían, y desde donde ETA dirigía la red de cobro del impuesto revolucionario que obligaba a pagar a empresarios españoles. En este grupo está incluido el presunto jefe del aparato extorsionador, Angel Iturbe Abasolo, hermano del que fue máximo dirigente de ETA, Domingo Iturbe, Txomin . Los cinco detenidos en España se encargaban de distribuir cartas del impuesto revolucionario , contactar con los extorsionados, articular plazos y vías de pago, dar recibos y, a veces, recibir el dinero, según Interior.

Los dirigentes del PP se felicitaron del golpe policial a ETA, pero dejaron claro que lo atribuyen más a la decisión de los jueces que al impulso político del Gobierno. El portavoz parlamentario del PP, Eduardo Zaplana, afirmó que las detenciones se han consumado "porque jueces y policías han desoído las voces que les invitan" a dejar de perseguir a los etarras. Y luego concretó de qué "voces" hablaba: "Si los jueces atendiesen a la opinión del fiscal general del Estado este tipo de operaciones contra ETA no se materializarían".

OTEGI, INDIGNADO Lo que fue considerado una buena noticia por la mayoría de fuerzas políticas indignó a aberzales y nacionalistas vascos. El portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, tildó los arrestos de "ataque nítido y frontal a las esperanzas de paz", y dio por hecho que es una "operación política del Gobierno español" y no el fruto de una decisión judicial, por lo que instó a Zapatero a dar explicaciones.

El Gobierno vasco también solicitó aclaraciones al Ejecutivo central. La portavoz de Juan José Ibarretxe, Miren Azkarate, se interesó por "los motivos y razones" que han desembocado en el golpe policial contra ETA, y solicitó información para que la ciudadanía sepa "qué ha pasado". Azkarate no ocultó su "sorpresa" al saber que entre las personas arrestadas figuran "ciudadanos que expresaron hace tiempo su desacuerdo con el uso de la violencia", en alusión a Madariaga.

Aunque la fiscalía de la Audiencia Nacional reveló que el sumario que provocó la operación policial no contiene ninguna carta de extorsión posterior al alto el fuego de ETA (la instrucción procede de 1998 y la comenzó Baltasar Garzón), la noticia del golpe a la red del impuesto revolucionario trajo a la memoria las denuncias del presidente de la patronal navarra, José Manuel Ayesa, que sostiene que siguen llegando cartas de extorsión. Rubalcaba eludió ayer con un "se está verificando" responder si las detenciones guardan relación con esas posibles remesas.

SIN INFLUENCIA Lo que sí respondió el ministro es hasta qué punto influye el golpe policial a ETA en el proceso de paz. "En nada", sostuvo Rubalcaba, porque "no hay datos significativos que impidan continuar con el proceso". Otros sostienen que dificulta la previsión de Zapatero de aprovechar el debate del pleno del Congreso de hoy para "comunicar" que abre el diálogo con ETA.

Las dificulta, según fuentes parlamentarias, porque el golpe policial irrita a los potenciales negociadores y traslada a la ciudadanía que la banda seguía extorsionando. Es decir, que el alto el fuego no era completo, lo que arroja sombras sobre la convicción del Gobierno de que es la mejor ocasión para negociar.

Ayer a última hora, Zapatero no había contactado con los portavoces parlamentarios para consensuar el formato de su anuncio sobre el diálogo al Congreso. Aunque tenía hasta hoy a las 16.00 horas para hacerlo.