José Luis Rodríguez Zapatero acude hoy al debate muy crecido, sobre todo tras la victoria de Pedro Solbes sobre Manuel Pizarro. Confía en que ganará o, en el peor de los casos, empatará. Los estrategas socialistas ven difícil que haya un ganador claro, dado lo "encorsetado" del formato. Lo que esperan, por encima de todo, es que el debate anime al electorado, ya que una baja participación beneficiaría al PP.

Desde enero, ocho personas vienen preparando el cara a cara en el cuartel de campaña, en la calle de Gobelas. De la estrategia se ocupan los ministros Alfredo Pérez Rubalcaba y Jesús Caldera; el secretario de organización del PSOE, José Blanco, y el director de comunicación, Carlos Hernández. Los responsables de aportar contenidos y mensajes son el jefe de gabinete de la Moncloa, José Enrique Serrano; su número dos, Enrique Guerrero; el experto en encuestas Ignacio Varela, y el diputado malagueño José Andrés Torres Mora.

Este equipo ha preparado las fichas del presidente que contienen, para cada materia, un "mensaje con fuerza", una serie de datos que lo sustentan y respuestas para las réplicas. La mayor parte de la comunicación ha fluido por internet o teléfono. Ayer por la tarde se reunió por vez primera todo el equipo con Zapatero en la Moncloa.

Zapatero no ha querido ensayar el debate con espárrins y los estrategas han aceptado su petición porque consideran que el presidente ya está fogueado. Además de recibir fichas, Zapatero ha visionado debates de EEUU y Francia, y tendrá muy en cuenta la actitud de Solbes frente a Pizarro.

La estrategia consistirá en que el líder "sea él mismo", que despliegue la "marca Zapatero" , basada en "un talante, un tono positivo que ya funciona", según un asesor. Añade que el presidente "no saldrá al ataque ni a la defensiva, sino a exponer sus logros y proyectos, pero responderá con firmeza si Rajoy lo ataca".

Esta noche acompañarán a Zapatero a Ifema, sede del debate, Blanco, Serrano y Carlos Hernández, además del fontanero monclovita José Manuel Vidal, Fernando Moraleda (secretario de Estado de Comunicación) y Angélica Rubio, asesora personal del presidente.