Sólo una gran coalición del PP con el PSOE sumaría los escaños suficientes para que dos partidos obtuvieran la mayoría absoluta en el Congreso resultante de las elecciones generales celebradas hoy.

Al igual que ocurrió en los comicios del 20 de diciembre, los partidos están obligados a pactar para sacar adelante la investidura de un presidente del Gobierno, y, salvo en un hipotético acuerdo PP-PSOE, se necesitan al menos tres fuerzas políticas para garantizarlo

A la espera de que culmine el escrutinio y con el 97 por ciento ya realizado, el Partido Popular, con 137 escaños, y el PP, con 85, sumarían un total de 222 diputados, superando con creces los 176 con los que se logra la mayoría absoluta.

Queda a 7 escaños de ella la suma de PP y Ciudadanos, ya que obtendrían 169 asientos, y no sería suficiente para lograrla que convencieran para entrar en ese supuesto pacto al PNV (5 escaños) y Coalición Canaria (1).

Con las elecciones vascas previstas para el próximo otoño, parece difícil en cualquier caso que el PNV llegara a un acuerdo de estas características, y Coalición Canaria debería cambiar radicalmente su posición ya que en la breve legislatura pasada dio su respaldo a la investidura del líder socialista, Pedro Sánchez.

Un acuerdo del PSOE y Unidos Podemos representa un apoyo de 156 diputados, es decir, a 20 de la mayoría necesaria para garantizarse una investidura.

Por tanto tendrían que lograr el apoyo de Ciudadanos (improbable después de lo ocurrido en la pasada legislatura) o de varios de los otros partidos con representación: ERC (9), CDC (8), EH Bildu (2) y Coalición Canaria (1).

Sin una mayoría absoluta garantizada, un candidato a la Presidencia del Gobierno, para ser investido, debería lograr más votos a favor que en contra, un juego de mayorías en el que habría que tener en cuenta no sólo los apoyos, sino también las posibles abstenciones.