Un total de 2.810 agentes de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía controlarán la frontera vasca y navarra con Francia desde este viernes y hasta el final de la cumbre del G7 que se celebrará en Biarritz. Ha dado el número exacto de efectivos el ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, en una comparecencia ante los medios en San Sebastián celebrada este jueves.

El titular de Interior ha visitado hoy los centros de coordinación y mando de Policía y Guardia Civil establecidos en Guipúzcoa para dar apoyo a las fuerzas de seguridad francesas en el control de la seguridad de la cumbre. "Y también de la contracumbre", ha recordado el ministro, para argumentar que las fuerzas de seguridad enviadas a Euskadi están "para asegurar los derechos de todos los ciudadanos".

Para este sábado está convocada entre Hendaya e Irún una gran manifestación de colectivos antiglobalización y alternativos. Las misiones principales que tiene encomendado el dispositivo son "información, extranjería y control de fronteras en patrullas conjuntas con Francia", ha resumido el ministro.

Grande-Marlaska ha explicado que el dispositivo desplegado por el Ministerio del Interior en Guipúzcoa responde a una solicitud de colaboración formulada hace meses por el gobierno francés. "Estamos preparados para prevenir hechos violentos", ha dicho el ministro. "Es un hecho objtivo que hay elementos radicales que se infiltran en manifestaciones legítimas", ha añadido. Y ha dado algunos nombres: "Black bloc, los chalecos amarillos, radicales de izquierda, el movimiento anarquista... buscan tener su protagonismo". Es un protagonismo, ha explicado, "que una sociedad democrática acepta y admite siempre que sea pacífico".

Las fuerzas de seguridad desplegadas por Interior incluyen unidades especiales antidisturbios. Grande-Marlaska ha admitido que la competencia en seguridad pública corresponde a la Ertzaintza en territorio vasco -de hecho, el departamento de Seguridad vasco tiene su propio centro de coordinación-, pero esas unidades de Policía y Guardia Civil "están como apoyo al control de fronteras y como apoyo a la Ertzaintza en el caso de que lo reclamasen", ha dicho.

Desvío a La Jonquera

La celebración de la cumbre y el establecimiento de férreos controles en la frontera coincide con fechas difíciles del mes de agosto, en las que se desarrolla la OPE (Operación Paso del Estrecho). Son tres millones y medio de marroquíes y argelinos que cruzan España de vuelta a sus ciudades europeas de residencia y trabajo.

Interior está insistiendo desde hace días en aconsejar rutas alternativas para todo ese tráfico, buena parte del cual suele utilizar los pasos de Irún y Behovia para entrar en Francia. La Dirección General de Tráfico distribuye un mapa de rutas alternativas que concentra casi todo ese tráfico en el paso gerundense de La Jonquera.

"Es una dificultad añadida el paso de ciudadanos del Norte de África. Se les pide este sacrificio suplementario", ha dicho Grande-Marlaska.

Open Arms y Podemos

Al ministro del Interior le han preguntado también por la situación de los migrantes rescatados por el Open Arms, y sobre cuál será su destino. "Lo importante es que los migrantes ya están en tierra, ya están antendidos y cuidados, eso es lo importante", ha subrayado Grande-Marlaska, sin aclarar cuándo saldrán de Lampedusa: "Hay un procedimiento abierto. Igual la autoridad judicial requiere que permanezcan en territorio italiano para interrogarles, o puede ser que no tenga ningún inconveniente en que se proceda al reparto, tal y como se acordó. Ya no importa tanto cuándo pueda tener lugar ese reparto, porque los derechos de esos hombres, mujeres y menores ya están garantizados a día de hoy", ha dicho.

"España cumple sus obligaciones. Despliega en el Mediterráneo una politica de responsabilidad, de solidaridad y de humanidad", ha recordado Grande-Marlaska cuando ha sido preguntado en su comparecencia por los rescates de migrantes.

El ministro ha recordado datos de inmigración bajo gobiernos del PP: de 8.000 entradas en 2016 a 27.000 en 2017, y, a partir de esas cifras, ha asegurado: "En un año hemos rebajado el número de entradas en un 40 por ciento", ha aseverado, para añadir tajantemente: "Es muy grave, una temeridad, una absoluta ignorancia, por no decir mala fe sostener que el Gobierno no tiene política migratoria".

Sobre las conversaciones, o la ausencia de ellas, con Podemos para formar gobierno, Grande-Marlaska ha opinado que "no es factible y no es posible que algunos quieran que en un gobierno haya dos gobiernos. Lo ha dicho claramente el presidente del Gobierno"

Grande-Marlaska ha añadido: "Ha quedado claro que la sociedad española no quiere volver a elecciones, y el PSOE no quiere volver a elecciones. El PSOE y el Gobierno en funciones están trabajando en que haya un nuevo gobierno con un programa progresista que este mes está enriqueciendo el presidente del Gobierno con las reuniones con la sociedad civil".