Escasa tregua ha ofrecido el sucesor de Manuel Chaves en la presidencia de la Junta de Andalucía. Aunque todavía como candidato, José Antonio Griñán enarboló de nuevo la bandera de la comunidad como referente autonómico "por historia, población y voluntad política" en su debate de investidura, para insistir en que "no habrá sistema de financiación autonómica posible si no garantiza la igualdad de todos, vivan donde vivan".

El hasta ahora consejero de Economía, que será investido hoy quinto presidente de la Junta, desgranó su programa de gobierno con la lucha contra la recesión y el paro como prioridades, y el diálogo social como arma. Griñán se presentó como "un cambio" al frente del Ejecutivo y pidió apoyo a la oposición para aprobar un plan anticrisis de 5.000 millones.

El virtual nuevo presidente --el PSOE tiene mayoría absoluta-- adelantó su intención de involucrar al Gobierno central y agentes sociales para ofrecer nuevas prestaciones sociales y conseguir que al menos un miembro de la unidad familiar tenga algún tipo de ingresos. "Los sistemas de protección social existen para favorecer la igualdad y son más relevantes en momentos de crisis", apostilló, para señalar a continuación los otros ejes de su gestión: una administración ágil y descentralizada; la libre competencia y una mayor liberalización del sector servicios; innovación; sostenibilidad e igualdad de oportunidades.