Un mando de la Guardia Civil afirmó ayer en el Tribunal Supremo, en la tercera sesión del proceso de ilegalización de Batasuna, que ETA ejerce un "control estricto" sobre la formación radical hasta el punto de que ha equiparado los sueldos de los parlamentarios a los que cobran los liberados de la organización terrorista.

Ayer comparecieron tres mandos de la Guardia Civil que han elaborado un informe sobre las supuestas vulneraciones de la ley de partidos en que ha incurrido Batasuna. Sin embargo, su testimonio quedó empañado por el intenso interrogatorio a que fueron sometidos por el abogado de Batasuna, Iñigo Iruin, que logró que los agentes admitieran que habían cometido errores.

Los agentes explicaron que ETA creó en 1977 Herri Batasuna porque "necesitaba un instrumento para desestabilizar el Estado dentro de sus propias estructuras". Sin embargo, a preguntas de Iruin admitieron que entonces nació EIA, que luego fue Euskadiko Ezquerra.

A pesar de ello, los testigos señalaron que Batasuna actúa como "un títere" de ETA. Y que esa formación no ejerce las funciones "propias de un partido político". La formación radical --según esos testigos-- "subordina su función a ETA".

Asimismo, indicaron que la banda terrorista decide las listas electorales de Batasuna y aportaron una relación de casi 500 personas que han ocupado cargos en Batasuna y en otras organizaciones del entramado de ETA.