Segunda fase de la operación terrorista del Raval. La Guardia Civil proseguía anoche con su dispositivo para tratar de localizar en dos zonas de la Comunidad Valenciana el alijo de los explosivos que pretendía utilizar el comando en la cadena de atentados en Barcelona. "Los objetivos están centrados y confiamos en tener resultados muy pronto", aseguró a este diario una fuente de la investigación.

El objetivo ahora es localizar el escondite de los explosivos y saber quién los ha suministrado. Según fuentes de la lucha antiterrorista, existen datos para pensar que el explosivo pudo llegar desde Argelia aprovechando la presencia de extremistas argelinos en varios puntos de la Comunidad Valenciana.

EXTREMISTAS IDENTIFICADOS Las sospechas recaen sobre varios seguidores de la secta islamista Tabligh, a la que pertenecían los 10 presuntos terroristas detenidos, presentes en tierras valencianas. Los agentes tienen "completamente identificados y localizados" a los extremistas sospechosos, que residen en varios puntos de la costa valenciana, según las fuentes consultadas. Se trata de islamistas que mantuvieron contactos con la supuesta célula terrorista del Raval, pocas horas antes de que fuera desarticulada.

La Guardia Civil ha podido recomponer esos contactos a partir de las llamadas de móvil efectuadas por varios de los detenidos. En concreto, de las comunicaciones efectuadas a la Comunidad Valenciana y al Magreb, posiblemente a Argelia, por el presunto jefe de la célula, Maroof Ahmed Mirza, de 39 años, segundo imán de la mezquita Tarik Bin Ziad, de la calle del Hospital.

Una fuente de la investigación aseguró: "Los vínculos son claros. Además de las llamadas telefónicas se han detectado visitas recientes de extremistas de Barcelona a Valencia, y viceversa".

Las fuentes consultadas creen haber encontrado la pista que les conducirá hasta los explosivos, tras no haber tenido éxito en su búsqueda en el Raval. En la operación del pasado día 19, los agentes se incautaron solo de 30 gramos de nitrato de celulosa y de restos de triperóxido de triacetona (TAPT) o madre de Satán , así como de cuatro temporizadores. Y en posteriores pesquisas no han encontrado nada.

VINCULOS CON AL QAEDA Cuatro eran también los suicidas que la célula barcelonesa, vinculada a Al Qaeda, había preparado para hacerse explotar en el metro. Los presuntos kamikazes también disponían de la sustancia acelerante --la nitrocelulosa--, pero carecían de explosivo suficiente --el TAPT, empleado en los atentados de Casablanca y de Londres-- para cometer los atentados en serie de los que se les acusa. Los investigadores creen que el grupo esperaba la llegada de unos 100 kilogramos de esa sustancia para confeccionar cuatro chalecos explosivos.

Además, su recepción por parte de la célula del barrio del Raval parecía inminente, pues sus 10 miembros ya habían efectuado el rezo de despedida de los tres kamikazes en la mezquita de la calle del Hospital. Este extremo hace pensar a los investigadores que el explosivo o bien estaba en Barcelona o no estaba demasiado lejos.