La Guardia Civil de Castellón amplió ayer el dispositivo de búsqueda del supuesto etarra que abandonó el taxi en el que viajaba tras ver un control policial en la N-340 a la altura de la localidad castellonense de Torreblanca. El rastreo se ha extendido hasta las localidades de Oropesa, Alcalá de Xivert y Cabanes. También se han establecido numerosos controles policiales de vehículos en el tramo de la N-340 que pasa por esas tres localidades.

El consejero de Interior y Relaciones Institucionales de Cataluña, Joan Saura, aseguró en una entrevista a la emisora Catalunya Ràdio que ni los cuerpos de seguridad del Estado ni los Mossos d´Esquadra tienen ningún indicio de que ETA mantenga una estructura estable en Cataluña. Saura añadió que todos los cuerpos de seguridad están actuando de forma preventiva en la comunidad catalana y en el resto de España, y que todos los mecanismos de seguridad han sido reforzados. A su vez, Josep Félix Ballesteros, alcalde de Tarragona, pidió calma a la ciudadanía y explicó que las fuerzas de seguridad no han indicado al consistorio que se tome ninguna medida de seguridad especial ante esta circunstancia. El alcalde aprovechó la ocasión para manifestar "el rechazo de los grupos municipales a la violencia terrorista".

La Guardia Civil elaboró un retrato robot del presunto etarra, que ha sido reconstruido por diferentes testigos, entre ellos el taxista que lo transportaba desde Castellón. La imagen fue distribuida ayer en la localidad castellonense de Torreblanca para solicitar la colaboración ciudadana en la localización del etarra fugado.

RETRATO ROBOT Las Fuerzas de Seguridad del Estado indicaron que la persona que según el taxista "abandonó el vehículo precipitadamente" es Ander Múgica Andonegi. Explicaron también que se busca a un segundo etarra, supuestamente Aitor Zubillaga Zurutuza, que el taxista reconoció como quien se despidió de Múgica cuando este subió al coche en la estación de Castellón.