El rebrote del terrorismo islamista tras la invasión de Irak por EEUU, con el apoyo de Londres y Madrid, ha colocado a España en su punto de mira, hasta acarrear la muerte. La oposición tenía dos opciones: callar o interpretar estos hechos con realismo. Ha optado por lo segundo y el líder del PSOE no sólo ha constatado que España está ya en la lista de objetivos del terrorismo internacional, sino que le ha pedido a Aznar que reflexione y se aparte de la estrategia de EEUU. Secundado por Llamazares, Zapatero sintoniza así con mucha gente que se ha opuesto a una guerra ilegal y que no ha olvidado lo sucedido.