--Ha dicho que no volvería a hablar del tema, pero ¿cómo le explicaría su sucesión a alguien de fuera de Galicia?

--Pronto tendrá que producirse, pero todavía no hablo de eso. Es un tema para tenerlo muy bien pensado y que no dé lugar a divisiones dentro del partido. Creo que he demostrado en Madrid que eso se puede hacer. Está claro que mi sucesión se producirá en un momento o en otro, pero no me toca crear más problemas de los que hay.

--Lleva 50 años sin bajarse de un coche oficial y lo ha sido casi todo. ¿Por qué le gustaría ser recordado?

--Soy el decano de los políticos españoles, desde que murió Areilza, aunque lo sería Carrillo, si hubiese seguido en activo. Eso del coche oficial hay que contarlo como es: yo lo que estoy es sin un real. Creo haber sido un gobernante honesto. ¿Recordado? Lo que hice en el Ministerio de Información y Turismo creo que se mantiene bastante en pie. Lo que hice en la Embajada de España en Londres o en la fundación de un partido que ha llegado a gobernar, ahí está... Y aquí, en Galicia, me atrevo a decir que dejaré una Galicia mejor en todos los terrenos.

A un político se le juzga por el conjunto de su labor.