La quema de diversas sedes de partidos de izquierda en Valencia durante la campaña electoral del 2000, reivindicados por la Hermandad Nacionalsocialista Armagedón, alertó de la existencia de grupos nazis, que estaban activos y eran extremadamente violentos.

La investigación se saldó con un total de 18 detenidos, algunos de ellos arrestados mientras pegaban carteles. En marzo fueron juzgados por tenencia ilícita de armas y asociación ilícita.

El fiscal pedía penas de cinco años de prisión, pero el juez los exculpó porque no había quedado probado que formaran parte de "una organización encaminada a subvertir el orden democrático". La policía encontró propaganda nazi, aunque no documentos con listas de miembros o una supuesta financiación.