Ainhoa García Montero, la hija de una cacereña natural de Acehúche y asidua visitante a esta localidad durante los veranos, permanece en libertad y lidera ahora en solitario los comandos ´ilegales´ de ETA, tras la detención, el jueves, de su compañero de armas Ibon Fernández Iradi.

Las huellas dactilares desvelaron el craso error. La etarra capturada en Francia, no era la sanguinaria Ainhoa García Montero --a la que el Gobierno creyó jefe del aparato militar de ETA junto a Ibon Fernández Iradi, Susper, también detenido--, sino Beltzane Obanos, que carece de antecedentes penales. Interior culpó a la policía gala de la errónea identificación, a la que ayer calificó de "lugarteniente" de Susper.

El propio ministro, Angel Acebes, reconoció ayer la confusión: mientras que a Ainhoa García se le imputan varios asesinatos, Interior ni siquiera sospechaba que Beltzane Obanos perteneciera a ETA. Tiene 22 años y con 16 fue arrestada por participar en actos de violencia callejera. El año pasado la policía la detuvo por una infracción de tráfico.

Ayer se halló abundante armamento en un zulo de la localidad francesa de Arcachon y se registraron cinco viviendas empleadas por los nueve presuntos etarras capturados en la redada del jueves. Fuentes policiales informaron de que al menos cuatro de ellos formaban sendos comandos dispuestos a entrar en España para cometer atentados. Fuentes diplomáticas confirmaron ayer que la embajada belga en Madrid no ha sido la única que ha recibido una carta amenazante de ETA.

Ainhoa García, que es recordada por sus ideas radicales en Acehúche, lugar que visitaba a menudo para ver a su abuela hasta que murió hace cuatro años, se encuentra todavía hoy en busca y captura.