La operación de ayer de la Guardia Civil tenía como principal objetivo la detención del argelino Abdelkader Ayachine, el líder de la célula desmantelada. Ayachine regentaba en Burgos la carnicería islámica Thiha. Además, era imán y gozaba de un gran respeto por parte de quienes acudían a su mezquita. En paralelo, y sobre todo mediante internet, dirigía las actividades de propaganda de la célula terrorista. El detenido había cumplido en España una pena de prisión por el homicidio del hermano de su anterior esposa, y fue precisamente en la cárcel donde se convirtió en extremista. Al salir, se dejó la barba y cambió su forma de vestir occidental por una indumentaria musulmana.

En su carnicería, Ayachine recaudaba dinero destinado a marroquís presos en Marruecos por los atentados de mayo del 2003 en Casablanca. El local perteneció antes a Magher Buchaib, un marroquí condenado a muerte en Marruecos por esos atentados. Ayachine era además conocido por su carácter violento y había sido denunciado anteriormente por maltratar a su esposa y a sus hijas.