La guerra abierta entre Eusko Alkartasuna (EA) y Ezker Batua (EB, socio de Izquierda Unida), aliados del PNV en el Gobierno vasco, está generando tensiones que afectarán al tripartito que sustenta al lendakari, Juan José Ibarretxe. Los enfrentamientos de los últimos días derivaron ayer en las Juntas Generales de Guipúzcoa en un pleno caótico, lleno de reproches y votos sorprendentes. EB acabó dando la presidencia de esta Cámara a los socialistas para no apoyar al candidato de EA, su socio en Vitoria.

La Mesa de esta institución, que representa el poder legislativo foral en los territorios vascos, se formó ayer en Guipúzcoa en un clima enrarecido que derivó en batalla dialéctica entre EB y EA. La complicada situación tendrá su repercusión ahora en las negociaciones para formar el Gobierno foral, por el que compiten el PSE y PNV.

Mientras, en Navarra, Fernando Puras (PSN) anunció ayer que no se comprometerá por escrito a buscar un acuerdo exclusivamente con Nafarroa Bai. Los nacionalistas le habían planteado ese ultimátum, ante el temor de que se alíe con UPN. Pese al difícil momento de la negociación, Puras mantiene "intacta" su voluntad de lograr un acuerdo de gobierno.