La organización Human Rights Watch ha denunciado que la policía española "usó de manera excesiva la fuerza contra manifestantes en Cataluña" durante la jornada de votación del 1 de octubre "utilizando porras para golpear a personas que se resistían pasivamente y causando múltiples heridas". El Govern cifró en más de 700 el número de afectados.

La oenegé de derechos civiles afirma que ha recibido muchas acusaciones de un uso injustificado de la fuerza por parte de la policía durante el referéndum y "llevó a cabo investigaciones in situ después de la votación para documentar incidentes específicos".

Human Rights Watch asegura que ha hablado con víctimas y testigos y ha revisado pruebas fotográficas y médicas, así como imágenes de vídeo, de la ciudad de Girona y dos municipios de las provincias de Girona y Barcelona.

La oenegé denuncia que "la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía hicieron en ocasiones un uso excesivo de la fuerza en los tres lugares el 1 de octubre, conforme trataban de ejecutar órdenes judiciales para impedir la votación".

“Nuestra detallada investigación de tres casos encontró que los agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil utilizaron la fuerza de manera excesiva el 1 de octubre en Cataluña”, dijo Kartik Raj, investigador de Europa Occidental de Human Rights Watch. “Puede que la policía tuviera a la ley de su parte para ejecutar una orden judicial, pero eso no le daba derecho para usar la violencia contra manifestantes pacíficos”.

Otros organismos, incluido el Consejo de Europa, y entidades, así como el Govern, criticaron la actuación de la Guardia Civil y la Policía Nacional al intentar confiscar las urnas, lo que motivó también protestas y manifestaciones el 3 de octubre. Algunos agentes incluso pidieron disculpas, así como el delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, días después.

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y el vicepresidente, Oriol Junqueras, se han hecho eco del informe este miércoles en sus cuentas de Twitter.