El presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, ha apelado hoy al sentido de Estado y al sentido patriótico del presidente de Cataluña, Pasqual Maragall, para que destituya a Josep Lluís Carod-Rovira como miembro de su gobierno tras su reunión con la cúpula de ETA.

En conferencia de prensa, Rodríguez Ibarra, que se ha mostrado convencido de que Maragall "no va a defraudar", ha especificado, no obstante, que si Carod-Rovira no es cesado, él apoyará las decisiones que tome el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, al respecto.

Reiteró que Rodríguez Zapatero tiene su apoyo "ahora y después de las elecciones, sea cual sea el resultado", porque a un secretario general, ha dicho, "se le apoya o se le combate, pero no se le ponen chinitas en el camino".

El presidente extremeño ha destacado que el monopolio de la lucha contra el terrorismo en España le corresponde al Estado y al Gobierno de la nación, por lo que ha considerado los contactos del "conseller en cap" y líder de ERC con ETA como un acto de deslealtad y de irresponsabilidad.

A su juicio, Carod-Rovira no sólo ha sido desleal con el Estado y con el Gobierno de España, sino también con las víctimas del terrorismo y con dos generaciones de políticos que llevan años intentando dar soluciones a este problema.

Tras esta deslealtad, según Rodríguez Ibarra, el "conseller en cap" "tienen la obligación inexcusable de presentar su dimisión al presidente de la Generalitat por una cuestión de principios y de ética", ya que su actuación supone "reforzar y dar alas" a la banda terrorista.

En opinión del presidente extremeño, Carod-Rovira ha sido utilizado por ETA, porque la banda necesita "un respiro, una tregua, y necesita aparentar ante su gente que sigue siendo una fuerza con influencia política".

Eso, ha añadido, "no ha sido posible en el País Vasco y lo ha intentado en Cataluña", donde "este señor se ha dejado utilizar, se ha creído que él solito iba a traer la paz y lo que ha hecho ha sido enredar las cosas".

En ese sentido, Rodríguez Ibarra ha explicado que al responsable de ERC, con un 16 por ciento de los votos, "se le ha hecho creer que era el rey del mambo, el salvador de Cataluña y de España, y él se lo ha creído".

El también secretario general de los socialistas extremeños ha señalado, por otra parte, que el cese de Carod-Rovira por parte de Maragall no sería simplemente someterse a la disciplina de partido, sino que supondría "un acto de fortaleza de la institución que preside".

Ibarra ha insistido en que el PSC no puede convertirse en una fuerza minoritaria en Cataluña y ha apelado a la responsabilidad del PP para que no utilicen este conflicto con el objetivo de quemar a los socialistas catalanes, ya que eso sería "desastroso" para el conjunto de España, según ha dicho.

En esta misma línea, se ha felicitado por la actuación de Rodríguez Zapatero en esta crisis, al actuar con "lealtad" y anteponer los intereses del país por encima de las expectativas electorales.

Juan Carlos Rodríguez Ibarra ha indicado que no cree que el periódico ABC sea el que haya descubierto los contactos de Carod-Rovira con ETA, sino que éstos eran ya seguidos y conocidos por los servicios secretos españoles.

En ese sentido, se ha preguntado cómo ha podido el Gobierno de España ser tan desleal con su socio en el pacto antiterrorista, el PSOE, "al no avisarles incluso antes de que se produjera ese contacto" y así evitar que el país se hubiera convulsionado.