El presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra no ve claro que el juez Fernando Grande-Marlaska encarcele al portavoz de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, por los incidentes de la huelga convocada por la izquierda abertzale por la muerte de dos etarras. Dijo que es "fantástico" que todos los que apoyan "el terrorismo, el asesinato, la crueldad", estén en prisión, pero no por "convocar una manifestación ilegal". "Si se empieza a meter en la cárcel a la gente por convocar manifestaciones ilegales, vamos a tener que ampliar las cárceles", dijo, porque en España "las hay todos los días".

También matizó que no le parece mal, en este caso concreto, que "Otegi esté en la cárcel", pero "eso es una cosa y otra vulnerar el Estado de Derecho". Ibarra aseguró que esa sería la situación si en lugar de acabar en prisión por un delito que haya cometido lo hace por "interés en descabezar a aquellos que pudieran servir como interlocutores" en un proceso de diálogo para lograr el final del terrorismo.

Esta opinión contrasta con la del portavoz del PSOE en el Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien repitió el mensaje oficial del Gobierno y de la dirección del partido: Otegi "no es interlocutor del Partido Socialista y no lo será nunca" mientras siga siendo "líder de una formación política ilegal". "Podría serlo, la democracia es así de comprensiva", apuntó Rubalcaba, pero para eso debe atenerse a la Ley de Partidos. "No puede estar en democracia", añadió, quien no condena la violencia o justifica que se pueda utilizar para conseguir objetivos políticos.

LA RESPUESTA DE FLORIANO El líder del Partido Popular extremeño, Carlos Floriano, preguntó ayer, a través de un comunicado, al presidente Ibarra, "cuál es el precio que está dispuesto a pagar" para acabar con ETA.

El dirigente popular difundió una nota en la que muestra la "repulsa" de su partido al presidente de la Junta "por defender el diálogo con ETA" en las manifestaciones que realizó ayer en una entrevista emitida por TVE en el espacio Los desayunos de TVE .

EL ESTATUT Respecto al Estatuto de Cataluña, el presidente Ibarra afirmó en el mismo programa que si se modificase el Estatuto de Autonomía de Extremadura no pediría más dinero para financiar el gasto de la Administración regional, sino para que los ayuntamientos puedan dar respuesta a las nuevas demandas de los ciudadanos.

Ibarra aseguró que existen nuevas demandas que los ciudadanos quieren en el siglo XXI "y que los ayuntamientos no son capaces de atender".

A su juicio, si en el futuro a Extremadura le interesara modificar su estatuto de autonomía, sería teniendo en cuenta el equilibrio que se ha hecho en los últimos 25 años entre lo rural y urbano, ya que no cree que haya en España "una región tan equilibrada como la extremeña".

Reconoció que "da mucha moral y ánimo" el que después de 23 años de gobierno los extremeños tengan una valoración positiva de su gestión, como recogía el último Barómetro Autonómico del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).

Además entiende que esta valoración "te reconcilia con el trabajo que haces y que se aprecie el esfuerzo de toda Extremadura para cambiar su marca".

Para él es "raro y extraño" el pacto entre el PSOE y CiU sobre la reforma del Estatuto de Cataluña, ya que consideró que en este asunto "los papeles están como algo alterados y cambiados".

En las mismas declaraciones recogidas por Efe, Ibarra destacó que este pacto es extraño y raro "porque el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, está recriminando a Artur Mas, que es el representante por antonomasia del nacionalismo catalán, el que hiciera un acuerdo en el que devalúa las señas de identidad del nacionalismo y al mismo tiempo Mas negocia con Zapatero que Cataluña no sea una nación".

A estas palabras también fueron contestadas por Floriano, quien considera las manifetaciones de Ibarra sobre el Estatut como un "apoyo al mismo", y denuncia "el olvido de sus consecuencias para Extremadura, a pesar de que perjudica gravemente los intereses de los extremeños".

PROXIMAS ELECCIONES En cuanto a si se presentará a la reelección en los próximos comicios autonómicos, señaló que "quedan 17 meses, vamos a ver como se desarrollan las circunstancias, nunca se sabe que puede pasar hasta el último minuto".