La pregunta del millón, incluso en el seno del PNV, es qué hará Juan José Ibarretxe después de que el socialista Patxi López sea, previsiblemente, nombrado lendakari. En sus primeras declaraciones, ayer al diario Deia , no aclaró nada sobre sus intenciones, aunque sí aprovechó para reivindicar su liderazgo en el nacionalismo vasco.

"Me veo como lo que soy: el líder de un partido que ha ganado las elecciones y que tiene la responsabilidad de sacar este país adelante". Con afirmaciones como esta parece que intenta restar protagonismo al presidente del partido, Iñigo Urkullu, y obvia que su papel no es dirigir el Partido Nacionalista Vasco, sino el de candidato a lendakari.

Estas afirmaciones también podrían interpretarse como una prueba de su intención de capitanear la oposición al nuevo Ejecutivo de Vitoria, invocando una obligada responsabilidad con Euskadi, aunque revelan también una ambigüedad calculada, para evitar comprometer su decisión final.

La dirección del PNV no presionará en ningun sentido a Ibarretxe para que tome una decisión. "Se respetarán sus deseos", reconocieron medios de la cúpula nacionalista. Los sectores más críticos con el lendakari en funciones asumen que forzar su decisión sería poner en riesgo la quebradiza cohesión restaurada con dificultad por Urkullu.

Ibarretxe insistió ayer en acusar a los socialistas vascos de doble "trampa", por ilegalizar las listas de la izquierda aberzale y hacer tándem con el Partido Popular. Además, emplazó a socialistas y conservadores a explicar qué piensan ofrecer para sacar el país adelante.