Juan José Ibarretxe no dejará de hablar con "la izquierda aberzale, Batasuna o como quiera que se llame" porque solo con el diálogo habrá solución al problema vasco. Así lo declaró el lendakari el 31 de enero al Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), que le imputa un delito de desobediencia, y así lo repitió ayer durante una breve comparecencia, mientras en el exterior del Palacio de Justicia de Bilbao un cruce de insultos entre seguidores del PNV y simpatizantes del Foro Ermua acababa con un miembro destacado de esta plataforma agredido.

Fue el exdirigente del PSE Antonio Aguirre quien recibió una patada en la entrepierna cuando un grupo de participantes en la concentración de apoyo a Ibarretxe se acercó hasta los miembros del Foro Ermua en actitud exaltada. El propio Aguirre, que recibió asistencia médica en el interior de una ambulancia desplazada a la zona, anunció que presentará una querella contra el agresor, contra los "responsables políticos" de la convocatoria de la concentración ante el Palacio de Justicia y contra la Ertzaintza, por no haber identificado al autor de la patada.

El portavoz del PNV, Iñigo Urkullu, que acompañó al lendakari con el resto de la dirección del partido, diputados, senadores y otros cargos electos se quejó de que el Foro Ermua mantenga una "provocación permanente". Además, defendió el comportamiento cívico de la "inmensa mayoría" de los cientos de ciudadanos que se congregaron ante la Audiencia de Bilbao.

TEATRO SIN PIES NI CABEZA Todos ellos aplaudieron con entusiasmo la decisión del lendakari de proseguir en su diálogo con la izquierda aberzale. El propio Ibarretxe, que calificó de "teatro sin pies ni cabeza" lo que sucede en torno a su encausamiento por la querella del Foro Ermua, se dirigió, ya en la calle, por megafonía a los ciudadanos para asegurarles que no renunciará nunca al diálogo.

Arropado por los miembros del Gobierno en pleno y por dirigentes de los tres partidos que lo apoyan (PNV, EA y EB), desveló que había confirmado al juez las reuniones celebradas con dirigentes de la izquierda aberzale después de la del 19 de abril, que dio origen al caso, y su intención de continuarlas en el futuro: "Esa es la palabra que di y la voy a cumplir".

CONTROL "POLITICO" Juan José Ibarretxe recibió los aplausos de sus seguidores cuando afirmó que se somete al control político en el Parlamento, pero rechazó que se pretenda controlar "políticamente al lendakari en una sede penal".

Ibarretxe no contestó a las preguntas del juez y las acusaciones --ayer se sumó la Asociación Dignidad y Justicia--, como tampoco lo hicieron los dirigentes de Batasuna Arnaldo Otegi y Rufino Etxeberria. Ambos ciñeron su comparecencia a una declaración a favor del diálogo para buscar una salida "democrática".

También seguidores de la izquierda aberzale acudieron a las inmediaciones del Palacio de Justicia para animar a Otegi y Etxeberria. Algunos de ellos intercambiaron insultos con miembros del Foro Ermua, pero la tensión no fue a más y abandonaron la zona antes de que se iniciase la concentración de apoyo a Ibarretxe y se produjeran los incidentes.

El Foro Ermua solicitó al juez instructor que convoque una vista para poder reclamar la aplicación de "medidas cautelares" contra los dirigentes de Batasuna, como la prisión preventiva. El abogado del Foro Fernando García-Capelo adujo que se trataría de evitar que se continúen la "reiteración del delito" de desobediencia que se les imputa.

ACTO EN BARAKALDO Mientras tanto, el secretario general del PP, Angel Acebes, puso ayer voz a las peticiones que desde hace días han ido planteando los responsables populares en el País Vasco y exigió a la Fiscalía General del Estado que impida la celebración del acto organizado por la izquierda aberzale para el sábado en el Bilbao Exhibition Centre (BEC), de Barakaldo (Vizcaya). Batasuna no ha perdido en los últimos días ninguna oportunidad para pregonar que revelará en el BEC la fórmula con la que pretende concurrir a las elecciones municipales del próximo mes de mayo.