Lejos de mostrar preocupación por su precaria mayoría para gobernar, Juan José Ibarretxe se planteó ayer, tres días después de las elecciones, como prioridad la negociación con todos los partidos y con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para lograr "la normalización política del país", es decir, la paz y un incremento en el autogobierno.

Serán dos negociaciones paralelas. Una en Euskadi con todos los partidos, pero no en forma de mesa, sino mediante encuentros cruzados, en lo que denominó una "red de redes", y otra con Zapatero, a quien planteará el próximo día 5 de mayo establecer "una hoja de ruta".

RELEVO GENERACIONAL Ibarretxe afirmó que ésta es su "última oportunidad" para conseguir que la normalización política llegue a Euskadi. Sugirió así que podría no volver a presentarse a otras elecciones autonómicas. Pero dio trascendencia a este momento al señalar que Arnaldo Otegi, líder de Batasuna, o el propio Zapatero, se encuentran en la misma situación. "Es la última oportunidad para nuestra generación", dijo, y añadió que, si no logran su objetivo, "tendrá que haber un relevo".

Empeñado en defender el plan Ibarretxe como un "activo político", el lendakari en funciones confesó que sólo lo resucitará de la hibernación en la que ha quedado a raíz del resultado electoral si los partidos no logran fraguar otra propuesta de Estatuto con un respaldo superior a los 39 votos que avalaron el plan.

Durante un desayuno con los periodistas que han seguido su campaña, Ibarretxe no dio muestras de inquietud por reunir los apoyos necesarios para pasar el trámite de su investidura. No duda de que debe ser la coalición PNV-EA y él mismo quienes dirijan la formación del Ejecutivo. El "complicado" panorama político le lleva a inclinarse por una repetición del tripartito (PNV, EA e IU-EB), que suma 32 escaños, a seis de la mayoría absoluta. Añadió que establecerá relaciones "muy específicas" con Aralar (escisión de Batasuna que sí condena a ETA), que tiene un escaño. A partir de ahí, explicó, buscará acuerdos concretos con los demás: PSE, PP y EHAK.

LA EXIGENCIA A EHAK Ibarretxe advirtió de que se siente "con total libertad" para buscar acuerdos y dejó claro que su exigencia hacia el Partido Comunista de las Tierras Vascas (EHAK) será "la misma" que la que ha mantenido el Gobierno del PSOE a la hora de permitirles concurrir a las elecciones. Esto es, no planteará como cuestión previa que renieguen de la violencia terrorista de ETA, que es lo que hasta ahora exigían a Batasuna para poder alcanzar acuerdos.