Tal y como se había anunciado el jueves y por un raspado 34 frente a 33, con 7 abstenciones, el Parlamento vasco aprobó ayer la ley para realizar una consulta el 25 de octubre sobre el derecho a decidir. El debate enfrentó al tripartito (PNV, EA y EB) con el PP y el PSOE, mientras que el Partido Comunista de las Tierras Vascas (EHAK) protagonizó la contradictoria actuación de arremeter contra el proyecto y, a la vez, permitir con el voto de una de sus diputadas que prosperase, hasta el punto de que Juan José Ibarretxe sentenció que la puerta para que Euskadi decida "está abierta para siempre".

El lendakari, que se declaró satisfecho, admitió que no está claro lo que pasará en octubre. De hecho, apuntó que los "impedimentos jurídicos, políticos y retrasos" que se interpongan serán muchos, y aunque no explicó cómo piensa sortearlos, sí dijo que el "ejercicio" de ese derecho a decidir "no tiene vuelta atrás".

Ibarretxe volvió a defender su proyecto, se quejó de la "falta de respeto" de José Luis Rodríguez Zapatero a la Cámara vasca y llegó a decir que solo una democracia "débil y enferma" impide consultar a la ciudadanía sobre asuntos que le incumben.

Además, no pudo reprimir su disgusto con Patxi López y Leopoldo Barreda, que en nombre del PSE y del PP descalificaron la propuesta. Además de las muestras de inquietud desde su escaño, Ibarretxe les replicó airado; les acusó de engañar a sabiendas, de no decir la verdad cuando le acusan de promover un "referendo ilegal", y sacó trapos sucios de la época en que el PSE y el PNV gobernaron en coalición. A EHAK le pidió que se comporte con "más seriedad".

Por contra, cuando les llegó el turno a los radicales, Ibarretxe fue más discreto. Más severo fue el portavoz del PNV, Joseba Egibar, que se declaró indignado por la división de voto --1 a favor y 7 abstenciones-- de la izquierda aberzale. "¡Que les aproveche!", dijo, y avisó de que su partido no se somete "ni a capuchas ni a mordazas", en alusión a ETA.

"FRAUDE AUTONOMICO" La portavoz de EHAK respondió con sus teorías sobre los intereses peneuvistas en un "nuevo fraude autonómico" y explicó su voto dividido para dejar en evidencia "el tope" de la Constitución y el "verdadero rostro" del PNV. EHAK, que salvó la ley, intervino en el turno en contra del proyecto, como populares y socialistas. Estos redoblaron sus acusaciones a Ibarretxe por apoyarse en los radicales para aprobar una ley que, según Barreda, "solo aporta división" y que representa el "fracaso del nacionalismo".

López recordó a Ibarretxe su promesa de consulta en ausencia de violencia y le afeó que lograra aprobar la ley con quienes pretenden propiciar y mantener un "conflicto permanente".