«Entre Barcelona y la independencia, Colau ha escogido la independencia. Entre la inestabilidad y la estabilidad, ha escogido inestabilidad. Entre un gobierno de izquierdas y doblarse a las exigencias de Xavier Trias y Alfred Bosch, ha escogido lo segundo», aseveró ayer el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, en referencia a los líderes municipales de convergentes y republicanos que, como los miembros de la CUP, han alentado el divorcio. «No podremos mirar como hacíamos hasta ahora a la gente de los comuns», avisó cara a los acuerdos de futuro el líder del PSC, que cargó las tintas especialmente contra Colau, a la que había exigido sin éxito que se mojara y dijera si quería o no seguir con el pacto. «Se ha querido esconder y esconder su opinión, y dirá tal vez que la decisión la han tomado otros. Esto demuestra que puede ser la alcaldesa, pero no es la líder que Barcelona necesita».

Iceta, por su parte, se comprometió ayer a aportar «estabilidad» y «unidad», para dejar atrás los tiempos de «división» que han caracterizado el proceso soberanista. Cara a las elecciones del 21 de diciembre, dijo que los socialistas concurren con «tres objetivos de país»: superar la «división entre catalanes», «entre Cataluña y el resto de España» y poner las bases para un relanzamiento económico.