Han pasado solo tres años, pero parece que haya pasado una eternidad en el 2016. Muchísimas cosas han pasado y se han roto desde entonces en Cataluña. Aunque han sido años muy convulsos políticamente, a nivel interno el PSC se ha mantenido cohesionado. Miquel Iceta ha celebrado que en el trienio que ha pasado entre el último congreso y el que ha empezado este viernes ha comenzado en Barcelona sin que volvieran a caer en antiguas divisiones. El líder del PSC, que afronta su cónclave más plácido como primer secretario, ha sacado pecho y se ha erigido como la "alternativa coherente" al Govern de Quim Torra, reivindicando un autogobierno "más sólido y mejor financiación" para Cataluña.

"Hemos sabido navegar en aguas tempestuosas. No solo hemos preservado lo que teníamos, sino que lo hemos ensanchado. Consolidada la segunda posición nos queda solo aspirar a la primera", ha señalado en una hora de informe de gestión. Iceta, que ha criticado que los independentistas "hicieran caer de forma temeraria y equivocada al gobierno" de Pedro Sánchez, confía en que no repitan ahora el mismo error y que ERC permita con la abstención el gobierno de coalición con Unidas Podemos.

Aunque Sánchez no acudirá a la clausura del congreso, Iceta ha clamado que espera que el líder del PSOE "sepa que nos tiene detrás, al lado, donde haga falta. Por Cataluña, por España, por el socialismo y por el diálogo". Tras destacar su "sintonía profunda" con el secretario general del PSOE, ha aprovechado para reivindicar la Declaración de Barcelona, que ambos suscribieron hace dos años, y la de Granada como hoja de ruta federalista."Nuestro problema no es de tener más competencias, sino que se nos respeten las que tenemos y participación en los mecanismos del estado para incidir en decisiones de Estado", ha aseverado después de pedir "un autogobierno más sólido y mejor financiación". En su afán de recoser la sociedad catalana ha dejado claro que su partido "si tiene que arriesgar para recoser, arriesgará. 'Ho tornarem a fer'".

En su intervención ha ensalzado a Salvador Illa y Eva Granados, dos piezas clave de su estrecha confianza a los que refuerza en la nueva ejecutiva, en la que ha apostado por la continuidad del equipo que le ha permitido poner fin a la travesía del desierto electoral. Su reto ahora es volver a gobernar. "Hay esperanzas, no nos resignamos a un mal gobierno. Somos la alternativa coherente. Quizás no nos habíamos ido, nos habíamos distraído. Hemos vuelto más fuertes y más decididos que nunca".