Miquel Iceta sigue intentando apuntalar un espacio intermedio distinto al de los comuns, sin concesiones a la independencia o a un referéndum de autodeterminación pero desapegado del ala dura del bloque del 155. El líder del PSC ya esbozó ese camino en la campaña electoral al abrir el debate sobre un eventual indulto de los líderes soberanistas. Volvió a hacerlo tendiendo la mano a Junts per Catalunya (JxCat) y ERC en el último pleno y este lunes insistió al proponer un Govern de concentración de todos los partidos, una idea que al menos por ahora no ha logrado ni un apoyo y que incluso suscita el rechazo del PSOE.

Pero el primer secretario de los socialistas catalanes persiste. Determinado en sacudir la tectónica de bloques que tan poco ha favorecido a su partido, Iceta plantea una tercera vía revisitada que «deje atrás el gobierno de los jueces» y permita poner fin a la aplicación del artículo 155. «Aunque el clima político no está para esto, probablemente lo más razonable en una situación excepcional como la que vive Cataluña sería formar un Gobierno de concentración con presencia de todos los partidos», afirmó el dirigente socialista.

Pese a su visible escepticismo, subrayó que es necesario ese «esfuerzo de acuerdos amplios» para evitar el «conflicto permanente», de cuya génesis culpó al «error monumental» de los independentistas por «vulnerar la ley».

Iceta evitó plantear quién debería gobernar ese Ejecutivo de concentración. Sí otorgó a los independentistas todo el derecho a pilotarlo dado que suman mayoría en el Parlament, pero reiteró que el futuro president debe tener «plena libertad de actuación», es decir, ningún juicio pendiente.

En esto último sí que hay coincidencia con el PSOE, que sin embargo evitó avalar la iniciativa de un Govern «de concentración» dejando patente que su posición era otra.

La vicesecretaria general de los socialistas, Adriana Lastra, aclaró que ningún caso contemplan apoyar o abstenerse en la candidatura de un candidato independentista («no tenemos nada que ver con esa causa; que nadie nos busque ahí», dijo) y señaló que es el secesionismo el que debe, con la suma de sus escaños, dar una salida a esta situación. «Lo que hace falta es que el presidente del Parlamento catalán haga una ronda de consultas, nombre un candidato viable que sea investido y gobierne para el 100% de los catalanes. Hay una mayoría independentista en el Parlament y debe nombrar un candidato viable», explicó la número dos del PSOE.

PODEMOS, CIUDADANOS Y PP / Pero si en el PSOE ya echan tierra al gesto que reclama Iceta para salir del entuerto, y mientras en Podemos Pablo Echenique rechaza votar al PDECat a la vez que descarta un Govern de ERC-PSC-Comuns «porque no dan los votos», en Ciutadans y el Partit Popular de Catalunya mantienen el perfil más combativo contra los soberanistas. El partido naranja no solo ha recurrido al Tribunal Constitucional para que garantice «los derechos» de sus parlamentarios, sino que este lunes presentó una propuesta de resolución en la que pide la dimisión de Roger Torrent.

La líder de dicho grupo, Inés Arrimadas, justificó la iniciativa en que el presidente del Parlament ha demostrado en sus actuaciones y discursos una actitud «arbitraria» a favor del independentismo que no hace más que acentuar la «división social», una máxima que también expuso el portavoz del subgrupo del PPC, Alejandro Fernández. En rueda de prensa, el parlamentario popular reclamó a los dirigentes independentistas que «renuncien a la batasunización de la vida pública catalana», criticó «silencio ensordecedor» ante los altercados del domingo por la tarde y les soltó el siguiente aldabonazo: «Aquellos que emplearon la kale borroka en el País Vasco acabaron ante la justicia y sin conseguir ninguno de sus objetivos políticos. Quienes les quieren imitar están condenados a acabar igual».