Tiempo de lograr amplias mayorías para lograr un «cambio de rumbo» en las instituciones catalanas que garantice un «pacto de Estado». Esta es la consigna que el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, lanzó a la militancia para preparar el programa electoral que abanderarán en las elecciones del 21-D. Eso sí, un mensaje con vistas a ser escuchado por los partidos que denominó, sin mencionarlos, de «izquierda» y de «centro» con los que pretende tejer «un acuerdo que implique una gran victoria». «Es hora de tender puentes, no de cavar trincheras ni de levantar fronteras», espetó durante el debate de los socialistas.

Para Iceta, esta legislatura a manos de Junts pel Sí ha sido un «fraude», un «fracaso» y un «desastre total y absoluto» que ha dejado una sociedad «dividida», una economía «debilitada» y un país «aislado», diagnosis que le sirvió para erigir a su partido como la «alternativa a la dicotomía estéril entre la independencia y el inmovilismo».

La situación «excepcional» que vive Cataluña, dijo, requiere que se desdigan de «hacer lo de siempre» y que apelen a los votantes socialistas «de piedra picada». Pero también, y «más que nunca», a los que «quizás nunca se habían planteado» apoyarles en las urnas. Para él la única forma de desencallar el conflicto catalán sigue siendo el «diálogo» desde la «centralidad política», a través del cual se disponen a tejer un «pacto de Estado»: una fórmula que respete la necesidad de más autogobierno, una mejor financiación autonómica y una España federal en la que «Cataluña, querida y respetada, se sienta cómoda».

En ausencia de estas, según el líder de los socialistas catalanes, «se han resignado unos y otros a que la única respuesta del Estado sea la del Poder Judicial», por lo que defendió que el 21-D es «una manera de revertir la imposición de una minoría numerosa pero insuficiente para romper con el resto de España».

INSENSATEZ Y CÁRCEL / En este contexto, miembros del PSC consideran que la decisión de enviar a la cárcel al Govern cesado es «peligrosamente insensata» y exigen su liberación. En el comunicado, firmado, entre otros, por Laia Bonet, Raimon Obiols y Eduard Rivas, pidieron ayer que el Estado de Derecho actúe con «justicia, prudencia y responsabilidad» y alerta de que la «derecha nacionalista española» se «impone en el terreno de las decisiones más relevantes».