Las terceras elecciones parecen estar cada vez más cerca y en un intento de evitarlas (o de simularlo cara a la campaña electoral), los partidos mueven ficha. El PSOE, diana de todas las presiones en los últimos meses, quiere sacudirse las acusaciones que recaen sobre su partido. Así, Miquel Iceta, primer secretario del PSC, ha sugerido este martes, en declaraciones a Telecinco, que si el PP presentase otro candidato que propusiera unas políticas diferentes a las aplicadas hasta ahora, los socialistas podrían "plantearse" una abstención para facilitar un Gobierno de los populares.

"Soluciones hay más de las que somos capaces de ver a simple vista, pero requieren de todos los partidos una disposición al diálogo y una generosidad que quizá hasta ahora no hemos visto", ha asegurado Iceta. La propuesta de los socialistas, ya está sobre la mesa: un candidato alternativo y nuevas políticas del PP. En todo caso, el dirigente socialista ha abogado por dejar pasar primero las elecciones vascas y gallegas y, después "hablar todos con todos".

RAJOY NO SE TOCA

Con esta maniobra, el balón vuelve a estar en el tejado de los populares. A juicio de Iceta, es ahora el PP quien "debe explorar si hay una alternativa" y es también responsabilidad de Ciudadanos, que debe "valorar si puede mantener con el PP su apuesta por la regeneración democrática", más aún después del 'caso Soria' -en el que se proponía al exministro, relacionado con los 'papeles de Panamá', como director ejecutivo del Banco Mundial-.

Los populares, por su parte, no parecen estar por la labor. Este mismo martes, Andrea Levy, vicesecretaria de estudios y programas del PP, aseguraba que Rajoy seguirá siendo candidato en el caso de que finalmente se celebren las terceras elecciones. A su juicio, el presidente en funciones salió reforzado de los últimos comicios -cuando aumentó el número de votos respecto a los primeros pero también la distancia con el resto de candidatos- por lo que ahora tiene más legitimidad y menos motivos para renunciar a su cargo.