El último episodio de la pugna interna de Podemos comienza a tener reflejo en el reparto de cargos en el Congreso, donde pierden posiciones los dirigentes que la semana pasada decidieron sumarse al ala ‘errejonista’ para apoyar la candidatura de Rita Maestre en Madrid. Tania Sánchez, que compareció para apoyar esa iniciativa, es relagada de la portavocía de la comisión de Defensa que ejercía la anterior legislatura, y se queda en mera vocal. Otro de los diputados significados, el secretario político madrileño, Miguel Vila, pierde el cargo en el área de Fomento y Empleo, y está por ver si se mantiene como portavoz de otras dos comisiones mixtas (Congreso y Senado) que ostentaba tras el 20-D y que ahora están pendientes de constitución. También resulta llamativa la ausencia en puestos destacados de Sergio Pascual, afín a Íñigo Errejón, que presidía la comisión de Fomento y fue destituido por Iglesias como secretario de Organización, en marzo.

El descontento es patente, pero no afecta solo a los diputados que se han unido al ‘errejonismo’. Izquierda Unida puso el grito en el cielo al constatar que sus dirigentes se quedaban fuera del reparto más valioso. Alberto Garzón, que siempre ha reclamado la portavocía de la comisión de Economía, se queda con una portavocía adjunta insignificante. La decisión llega después de que el líder de IU mantuviera una reunión con Pedro Sánchez en la que se mostró dispuesto a dialogar, incluso con Ciudadanos. Fuentes próximas a Garzón han adelantado que reivindicarán una corrección de inmediato y que pedirán más visibilidad también en áreas importantes, puesto que solo les han asignado departamentos no legislativas (las que no controlan a ningún ministerio).

Iglesias, que sí mantiene su lugar en la comisión Constitucional, se defiende. Este lunes, aseguró que no ha negociado el prorrateo de cargos y reivindicó la figura del ‘número 1’ de IU. “Alberto a tiene que tener una visibilidad central”, dijo, pero no comprometió ninguna solución para aliviar la irritación en las filas de la izquierda.

La polémica por la distribución de funciones en el Congreso llega con un nuevo capítulo en la competición por ganar el poder en la federación de Madrid. Este lunes por la tarde, los ‘oficialistas’ presentaron una nueva candidatura, Podemos Escuchar, impulsada por el senador Ramón Espinar. Su proyecto está respaldado por los dirigentes afines a Iglesias. De hecho, el propio secretario general y su jefa de gabinete, Irene Montero, se dejaron ver este fin de semana tomando cerveza en un concierto con Espinar, en el madrileño barrio de Vallecas. El líder de Podemos, sin embargo, aseguró horas después que va a mantener “una distancia prudencial” en el proceso para elegir una nueva dirección territorial, que se celebrará entre octubre y noviembre. Aún así, señaló que lo importante es que “el protagonismo no lo tenga la gente con relevancia mediática, sino los círculos”.