Como ya hicieran en el debate de investidura de Mariano Rajoy, Albert Rivera y Pablo Iglesias se han atacado con acritud este miércoles, aprovechando la victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses. Pese a que Podemos ha criticado con dureza el "odio xenófobo" del nuevo presidente de EEUU e Iglesias le ha tildado de "fascista" en las redes sociales, el líder de Ciudadanos ha considerado que el partido morado estará "contento" del éxito del republicano porque supone, por ejemplo, acabar con el tratado de libre comercio con la UE.

En su opinión, todos los "populismos", sean de extrema izquierda o de extrema derecha, "defienden lo mismo", según ha considerado en una entrevista en Telecinco.

Iglesias no ha tardado en reaccionar. En un tuit le ha vuelto a calificar de "mascota de Rajoy" y de representar el "cuñadismo de extremo centro".

Además, en declaraciones en el Congreso, ha recordado que Rivera hizo presidente a Rajoy, que es, según ha remarcado, "quien aplica las políticas más parecidas a las de Donald Trump en España".

Y después ha recordado en Twitter que Rivera, en la sesión de investidura, le llamó "capullo-gilipollas".

Rivera no ha contestado a estas descalificaciones, pero sí varios miembros de su equipo, como el portavoz parlamentario, Juan Carlos Girauta.

Además, el pique ha seguido a segundos niveles entre Fernando de Páramo (C's) y Pablo Echenique (Podemos).