Inasequible al desaliento, Pablo Iglesias seguirá negociando aunque las ejecutivas de PSOE y Ciudadanos ratifiquen este miércoles el acuerdo para investir a Pedro Sánchez como presidente del gobierno. El líder de Podemos se aferra al optimismo que le permite quizá no la actitud de los socialistas, pero sí la aritmética parlamentaria. La orden es ignorar el revés simbólico y continuar avanzando en el diálogo con PSOE, IU y Compromís para formar un gobierno de coalición que, con la abstención de DLl y ERC más los votos a favor de PNV, sí tendría mayoría parlamentaria sólida.

Iglesias decide ningunear el acuerdo entre Sánchez y Albert Rivera convencido de que “son castillos en el aire” porque “90 más 40 no suman”, en referencia a los escaños de ambas formaciones, que no alcanzan los 176 diputados necesarios. La única duda que alberga el líder morado es si, al final, a ese pacto se adherirá el PP con una abstención, que es altamente improbable porqueMariano Rajoy se opone, pero que, de cristalizar, desmoronaría el único objetivo declarado de Podemos : formar un gobierno de cambio.

La determinación del partido morado a seguir negociando continuará firme aunque PSOE y Ciudadanos sellen el pacto con todos los lacres y el boato de las grandes ceremonias en las próximas horas. Incluso si consultan a sus bases, como han comprometido. “No es un acuerdo aunque lo ratifique el Papa”, ironizó este martes Iglesias. Tras las ambiguas declaraciones de sus portavoces en las últimas horas respecto a las posibilidades de que sus diputados se abstengan para facilitar un gobierno de Sánchez con Rivera, el secretario general de Podemos fue taxativo. “Es un no”, zanjó.

¿Cuál es pues la lectura que hace Iglesias del acercamiento PSOE-Ciudadanos? Defiende que Sánchez sólo exhibe el pacto con Rivera, que sabe insuficiente, para calmar a los barones socialistas que abominan el diálogo con Podemos pero que, ante el precipicio de una elecciones en junio, acabará por acceder a un gobierno de izquierdas. Esta es la visión que trasladó este martes a los portavoces de ERC y DLl con quienes se reunió en el Congreso para buscar su abstención.

Convencido de que pacto PSOE-C's no lleva a ninguna parte, Iglesias está dispuesto a negociar con mirada larga, más allá del día 5 de marzo, fecha en la que está prevista la segunda votación de investidura de Sánchez. El podemista confía en que, si fracasa, el candidaro socialista volverá a presentarse, esta vez con un acuerdo ya cerrado con Podemos, IU y Compromís para evitar una nueva convocatoria electoral el 26 de junio.

Mientras, los equipos negociadores de las cuatro formaciones se reunieron este martes durante dos horas en las que constataron un "mínimo avance", en palabras de Alberto Garzón y se emplazaron para un nuevo encuentro el miércoles.