La soterrada carrera por la sucesión de Xabier Arzalluz como presidente del PNV ya ha saltado a la palestra. Joseba Egibar, portavoz del partido, y Josu Jon Imaz, consejero y portavoz del Gobierno vasco, dos de los rostros más conocidos del nacionalismo son, hoy, los mejor situados para suceder al carismático líder. La carrera concluirá en la cuarta asamblea general del partido, los días 17 y 18 de enero.
La vida interna del PNV no había vivido tal convulsión desde 1986, cuando se produjo la escisión de los seguidores de Carlos Garaikoetxea. El hermetismo se había erigido hasta ahora como consigna oficial, pero los diversos sectores en liza han comenzado a jugar sus fichas.
PROCESO COMPLICADO
El proceso puede aportar sorpresas hasta el 15 de noviembre, día en el que concluye la primera vuelta del procedimiento electoral interno y de la que saldrán los aspirantes definitivos a la presidencia. No obstante, fuentes del aparato peneuvista admiten que, en estos momentos, Imaz y Egibar son los claros favoritos.
El PNV cuenta con un complejo sistema para convertirse en candidato a la dirección del partido. Se puede ser aspirante con el aval de un centenar de firmas cuyo plazo de presentación expira el próximo lunes, pero, además, cualquiera puede ser propuesto en el transcurso de las asambleas locales del partido que tendrán lugar durante la primera vuelta. "De todos modos, parece que las cartas están echadas y que será cosa de dos", concluyen fuentes del partido.
EL DELFIN DE SIEMPRE
Egibar, considerado durante años el delfín de Arzalluz, cuenta en este momento con menos fuerza de la esperada. No ha conseguido concitar el apoyo del aparato del PNV guipuzcoano, organización que dirigió durante años, y su reciente apuesta pública por la continuidad de Arzalluz fue respondida con un revelador silencio desde las ejecutivas de los distintos territorios.
Por el contrario, Imaz se presenta como un hombre "de consenso" entre los peneuvistas de Vizcaya, territorio clave porque en él se encuentra el grueso de la militancia del partido, y los de Guipúzcoa.
