Josu Jon Imaz dejará la presidencia del PNV dentro de cinco semanas, pero se ha propuesto decir lo que piensa hasta el último minuto, aunque no tenga nada que ver con el mensaje que propaga Juan José Ibarretxe. Y es que mientras el lendakari se dedica a defender su propuesta soberanista para una consulta sobre el derecho de los vascos a decidir, Imaz recalcó ayer que la "tarea histórica" del nacionalismo vasco debe ser la "deslegitimación" de ETA y de Batasuna.

Este pronunciamiento ahonda el desmarque de Imaz respecto a la iniciativa del lendakari. De hecho, no la ha respaldado en ningún momento. Ayer, ni siquiera la mencionó durante su discurso en la celebración del Gudari Eguna (Día del soldado vasco).

Imaz puso el acento en la necesidad de que el PNV no haga suyos "los fines" que defienden la banda y sus seguidores. Incluso reclamó que su partido se fije como "prioridad política" la de explicar que "la patria" del PNV no es la de ETA y quienes la apoyan.

Imaz sigue defendiendo que el combate contra ETA debe marcar la política, mientras que Ibarretxe propugna hacer política al margen de la banda terrorista.