El PNV resiste la presión y, por ahora, no cede a las exigencias del PSE y del Partido Comunista de las Tierras Vascas (EHAK, en sus siglas en euskera) para que Juan María Atutxa abandone la carrera por la presidencia del Parlamento vasco que se decide este lunes. Josu Jon Imaz, presidente del partido, confirmó ayer que no retiran la candidatura.

La decisión de mantener a Atutxa cierra las puertas a una negociación sobre la composición de la Mesa, a la que tanto los socialistas vascos como los miembros de EHAK se habían manifestado dispuestos. Ambos partidos han defendido que Atutxa está inhabilitado para ejercer el cargo porque no es una persona que suscite consenso entre los partidos.

Imaz se presentó ayer ante varias cámaras de televisión --no citó a los medios escritos-- para argumentar que Atutxa es una "referencia" en la defensa de las libertades y los derechos --"lo que le ha valido una condena a muerte por parte de ETA"-- y lo es también en la defensa de la "dignidad" de la Cámara porque se negó a que los jueces impusiesen la disolución del grupo de Sozialista Aberzaleak (Batasuna) en el Parlamento vasco.

El presidente de los peneuvistas recordó que una "regla no escrita" ha permitido hasta ahora que la presidencia del Parlamento corresponda al partido más votado, en virtud de lo cual la asamblea nacional del PNV ha propuesto a Atutxa para ocupar ese puesto.

SIGUEN LOS CONTACTOS María San Gil (PP) anunció que si el PSE decide competir por la presidencia de la Cámara, los diputados populares le darán sus votos: "El cambio tiene que empezar por la Mesa del Parlamento".

Los partidos vascos han anunciado que proseguirán los contactos durante este fin de semana aunque se estima que la incógnita no se despejará hasta el mismo lunes.