No sólo no hubo imprevisión por parte del Gobierno del PP a la hora de valorar los riesgos que soportaba España de convertirse en objetivo de los terroristas, sino que sólo su Gobierno alertó del peligro islamista. Aznar sostuvo esta tesis ayer a pesar de todos los intentos de los comisionados por hacerle reconocer algún error en la gestión de la información sobre islamismo previa a la comisión del atentado. "Fíjese si después de 10 horas le diera a usted la satisfacción de dar un titular como Aznar reconoce fallos ", le espetó al portavoz de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, cuando éste le apremiaba para saber si reconocía siquiera que su Ministerio del Interior no detectó la trama asturiana que permitió el robo y la venta de los explosivos que se utilizaron en la masacre del 11-M.

Aznar defendió su visión sobre "la amenaza islamista" que le llevó a apoyar la decisión de Estados Unidos de atacar Irak. "La imprevisión de la que me acusan es lo que más me molesta", admitió en respuesta a Eduardo Zaplana, en la que aprovechó para recordar que bajo su mandato 120 terroristas islamistas fueron detenidos en España. "El país del mundo que más islamistas ha detenido", se congratuló.

Aznar culpó a la entonces oposición de "ridiculizar" sus declaraciones cada vez que mentaba la lucha contra el terrorismo internacional. "La amenaza del terrorismo islámico se ridiculizó porque no encajaba en el guión de la oposición. Para ellos, el Gobierno mentía sobre el terrorismo islámico sólo para justificar su política exterior", planteó en su discurso inicial. "En un país como España, que lleva 900 víctimas por terrorismo, hablar de imprevisión ante los atentados es una temeridad, es profundamente irresponsable", respondió al socialista Alvaro Cuesta.

El expresidente se aferró al ejercicio de concienciación que hizo su Gobierno en la Unión Europea y en los organismos internacionales para negarse a concretar si ordenó alguna política específica para reforzar la lucha contra el terrorismo islamista después del 11-S, del apoyo de España a la guerra de Irak, del comunicado de Osama bin Laden señalando a España como objetivo y de los atentados de Casablanca. Cada vez que se le preguntó, respondió que la valoración que hacían los servicios de inteligencia españoles era que "había un riesgo bajo" de sufrir un atentado terrorista en suelo español.

Respecto a los fallos hoy conocidos de la Guardia Civil en Asturias, que propiciaron el robo y la venta de los cientos de kilos de explosivos que acabaron en los trenes de la muerte, Aznar elogió el conjunto de las actuaciones de la Guardia Civil. "Recuerdo la Guardia Civil que liberó a Ortega Lara, y pido a los españoles que sea ésa la Guardia Civil que recuerden", dramatizó.