Un juzgado investiga a tres trabajadoras del Colegio de Educación Especial Santiago Ramón y Cajal de Getafe han sido imputadas por supuestos malos tratos a Eduardo, un niño autista con tendencia al escapismo. Los padres colocaron un dispositivo oculto de grabación en el niño y comprobaron que las empleadas de este colegio de educación especial no dudaban en inmovilizarle, amenazarle con tirarle agua o pincharle el culo, además de castigarle y burlarse de él.

Según las grabaciones aportadas al sumario por la familia, a las que ha tenido acceso la 'Cadena Ser', su tutora, la profesora de apoyo, la auxiliar de enfermería y también el personal del comedor de este centro público le vejaban y ridiculizaban.

El pequeño pasó solo tres meses en esta escuela, cursando 1º de Primaria y su comportamiento cambió drásticamente. "Como todos los niños tenía rabietas, se angustiaba o se obsesionaba con algo, pero esa impulsividad y esa agresividad que vimos en él, la ansiedad que sufrió, la vimos a las semanas de comenzar las clases", cuenta Montse, la madre.

El detonante fue que el pequeño comenzó a no querer ir al centro, por lo que sus progenitores le colocaron un dispositivo oculto de grabación durante cuatro días, mecanismo que captó el problema. Frases como "¿Vamos al médico? Y te van a pinchar en el culo?", "¿Te echamos agua por encima?", "¡Qué le aguante tu tía a éste!" o "¿Le vas a contar a mamá también que no trabajas?" jalonaban la vida del pequeño.

El niño ya ha sido trasladado a otro centro, en el que aún se está adaptando.