Unió Mallorquina (UM), aliada en el Ejecutivo hexapartito balear con los socialistas de Francesc Antich, debe purgar su relación con el PP de Jaume Matas en la anterior legislatura, tras trascender la imputación de dos de sus altos cargos en sendos casos de corrupción. El caso Can Domenge, por presuntas irregularidades en la venta de un terreno en Palma, y el caso Peaje, de desvío de fondos en unas obras en la carretera de Manacor, afectan, respectivamente, al consejero de Turismo balear, Miquel Nadal, presidente de UM, y a Antoni Pascual, consejero de Obras Públicas.

Nadal explicó ayer que había puesto el cargo a disposición del presidente Antich. Pero el Gobierno balear no ha pedido la dimisión, a la espera de saber el alcance de la imputación. Por su parte, el caso Peaje ha reportado, por ahora, 11 detenciones.