Iñaki Urdangarin ha abandonado esta mañana la Ciudad de la Justicia de Barcelona entre gritos de "chorizo" y pitidos y trompetazos de un grupo de funcionarios judiciales y otras personas que se han sumado a ellos.

Tras comparecer en una vista celebrada a puerta cerrada a raíz de la demanda que presentó por vulneración de su derecho al honor con el fin de que se prohibiera la difusión de correos electrónicos que afecten a su intimidad, Urdangarin ha salido del juzgado hacia las 11.15 horas con aspecto tranquilo.

Vestido con camisa azul claro, americana blanco roto y zapatos deportivos, el duque de Palma ha bajado desde el juzgado hasta la calle por una escalera interior, pero no ha podido evitar ser acompañado por las protestas de algunos funcionarios judiciales que han aprovechado hoy su comparecencia en los tribunales para expresar su rechazo a los recortes presupuestarios.

Varias personas se han apostado también en la puerta de acceso y salida de la Ciudad de la Justicia con banderas republicanas que han agitado al paso del duque junto a ellas.

El ex socio de Urdangarin, Diego Torres, continuaba al mediodía de hoy en el interior de juzgado, en una comparecencia en la que los dos antiguos socios se han visto por primera vez las caras en Barcelona desde que estalló el caso Nóos.