España ha obtenido la puntuación más baja de los últimos quince años en el Índice de Percepción de la Corrupción 2013 de la ONG Transparencia Internacional (TI) y ha caído desde el puesto número 30 al 40 en el ranking global debido al la indignación provocada por casos como Gürtel, Bárcenas o los ERE.

El informe presentado hoy achaca el aumento de la percepción de la corrupción España -con una nota de 59 sobre 100- al alto número de casos que han aflorado el último año y el relevante eco social de escándalos como Gürtel, Bárcenas o los ERE en Andalucía, que han "influido intensamente en la percepción ciudadana, generando un estado de indignación generalizado".

La "preocupante" conclusión de este informe, según Manuel Villoria, miembro del Comité Ejecutivo de la organización, es que España "se desliza por la pendiente de la corrupción", que la corrupción política es muy alta con escándalos en todas las instituciones, incluso la Casa Real, y que no se está atendiendo a la gravedad del problema porque se adoptan "medidas a medias".

En este sentido, Jesús Sánchez Lombás, otro de los expertos que han participado en la presentación del estudio, ha considerado que la Ley de Transparencia recientemente aprobada es "un completo fracaso" y ha lamentado que no haya fijado un verdadero régimen sancionador.

Con él ha coincidido Silvina Bacigalupo, quien cree que aunque se hayan reforzado las medidas para impulsar la transparencia si no hay un reglamento para regular las sanciones no se resuelve el problema.