Joseba Iturbide y Mikel San Sebastián, presuntos miembros del comando Elurra de ETA que atentó el 30 de diciembre del 2006 en el aeropuerto de Barajas y que fueron detenidos el pasado viernes en el País Vasco francés, ingresaron ayer en prisión a la espera de que la justicia francesa se pronuncie sobre su entrega a España. La Fiscalía del Tribunal de Apelación de Pau notificó a los dos etarras las euroórdenes españolas en su contra y ordenó su ingreso en prisión, a la espera de que la Corte decida sobre su entrega a España.

La sala de instrucción del tribunal celebrará una audiencia el próximo martes para examinar las euroórdenes. La Audiencia Nacional de Madrid les reclama por asesinato, en relación con el atentado de Barajas que costó la vida a dos ecuatorianos, y por pertenencia a organización terrorista, tenencia de armas y explosivos y hechos de conspiración para cometer delitos de estragos terroristas entre los años 2002 y 2006.

Los plazos de los procedimientos de las euroórdenes son rápidos, por lo que, aún en el supuesto de que la defensa de los dos presuntos etarras recurriera ante el Tribunal Supremo la previsible decisión de entrega a España, esta podría tener lugar en el plazo de dos meses, a juzgar por casos anteriores. Cuando no hay recurso, el plazo de entrega suele oscilar entre unos 10 días y de tres a cuatro semanas.

Hace dos días, las autoridades judiciales francesas decidieron renunciar a su jurisdicción y dar cauce a las euroórdenes contra Iturbide y San Sebastián.

Por otra parte, el director de la Policía y la Guardia Civil, Joan Mesquida, se mostró cauto y dijo que no es "muy adecuado" hablar de debilidad de ETA, porque aún "tiene capacidad operativa, activistas, armas y explosivos".

En Vitoria, todas las asociaciones de víctimas se unieron ayer en el homenaje al parlamentario socialista Fernando Buesa y su escolta, asesinados por ETA el 22 de febrero del 2000.