La posibilidad de que EHAK impida que el próximo viernes prospere en el Parlamento vasco el proyecto de ley de consulta popular para el próximo 25 de octubre provoca vértigo en el PNV y EA. Los dos partidos, aliados en el Gobierno vasco, son conscientes de que el lendakari, Juan José Ibarretxe, anunció la convocatoria de elecciones anticipadas en otoño en caso de que la Cámara rechazara su iniciativa, pero ambas fuerzas han reconocido en público que no desean un adelanto electoral.

PREGUNTAS DE LA CONSULTA Aunque tanto el PSOE como el PP aseguran que las preguntas que prevé plantear el Ejecutivo vasco en su consulta han sido diseñadas para que el Partido Comunista de las Tierras Vascas (EHAK) las respalde, son los propios socios de Gobierno los que más dudas albergan sobre la actitud de la fuerza aberzales.

El presidente de la poderosa organización del PNV en Vizcaya --la más fuerte de Euskadi--, Andoni Ortuzar, reconocía ayer en declaraciones a Efe que su partido no confía en el apoyo de los radicales a su propuesta y que no dudan de que hará lo que estimen que "hace más daño al PNV y al lendakari".

DIVISION Tampoco EA tiene la certeza de que los diputados de EHAK reproduzcan la actitud que mantuvieron los parlamentarios de Batasuna dirigidos por Otegi cuando, en diciembre del 2004, decidieron dividir su voto y otorgar al lendakari los tres que necesitaba para que prosperase su primer plan.

La portavoz de EHAK, Nekane Erauskin, reconoció ayer durante una tertulia en la radio pública vasca, que "la pregunta del millón" en estos momentos es pedirles que aclaren cuál será su postura, y adelantó que no se sabrá hasta el mismo día 27.

Fuentes nacionalistas admiten que ni tan siquiera sería necesario que EHAK se alineara con PSE y PP para votar en contra del proyecto porque con su simple abstención propiciarían que la ley fuese devuelta al Gobierno. Y es que la suma de PNV, EA, EB y Aralar, que respaldan la consulta, alcanza los 33 diputados, una cifra idéntica a la que suman socialistas y populares. El reglamento de la Cámara prevé que tras tres empates sucesivos --dos durante la misma jornada y otro más en un pleno posterior-- el proyecto de ley decae y se devuelve al Gobierno.

SIN ´PLAN B´ Un eventual rechazo pondría a Ibarretxe contra las cuerdas: o sigue al pie de la letra su hoja de ruta y convoca elecciones o escucha a PNV y EA y se convierte en el pim-pam-pum de la oposición. El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, insistió ayer en que su partido no tiene plan b si el proyecto queda varado el viernes sin dar ni siquiera la oportunidad al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para cumplir con su anunciada decisión de recurrirlo ante el Tribunal Constitucional.

"Tendríamos que analizar la situación y ver qué pasos damos", dijo. En principio, los tres socios del Ejecutivo quieren agotar la legislatura hasta abril del 2009 para recuperarse de los malos resultados de marzo y posibilitar que se aprueben leyes de calado pendientes como las de servicios sociales, la ley municipal o la de apoyo a las familias.