Las Cuerpos de Seguridad del Estado intentan comunicarse desde hace cuatro horas en vano con el interior de la sucursal del Deutsche Bank en León, que fue asaltada esta tarde por unos desconocidos quienes, al parecer, mantienen retenidos a cuatro trabajadores de la entidad.

Según informaron hoy fuentes de la Subdelegación del Gobierno en León, pasadas las seis de la tarde han llegado hasta el lugar de los hechos efectivos de la unidad de intervención policial, que a las 19:00 horas estaban culminando los preparativos para entrar en la sucursal situada en pleno centro de León.

Hasta el momento, se desconoce cuántos atracadores puede haber en la oficina e incluso no se descarta la posibilidad de que no haya ninguno, según indicaron a EFE fuentes policiales.

Las puertas de la sucursal bancaria permanecen cerradas y hasta el momento nadie ha entrado ni salido de allí, según fuentes de la Subdelegación.

Dichas fuentes aseguraron que la alarma la dieron los que viajaban en un furgón de Prosegur, que pretendían entrar a las 14.40 horas en esta oficina y no pudieron hacerlo.

Entonces saltaron las alarmas y hasta el lugar de los hechos se desplazaron miembros de la policía nacional y de la local.

Cientos de curiosos se han agolpado en el lugar de los hechos, mientras que la policía intenta impedir que los transeúntes atraviesen la zona acordonada.

Por el momento se desconoce si algún cliente se encuentra también retenido en el interior de la oficina, en la que el horario laboral culmina a diario a las 16.00 horas.

Agentes de la Policía Municipal comentaron a Efe que esta tarde se desplazaron hacia León integrantes del Grupo Especial de Operaciones de la Policía (GEO), cuya base está en Guadalajara.

El cordón policial que se colocó inicialmente en las inmediaciones de la sucursal para impedir el acceso de los numerosos curiosos que se acercaron al lugar ha sido ampliado para delimitar una zona de seguridad más amplia.

Se trata de una oficina antigua cuyo sistema de vigilancia de vídeo funciona con señal analógica por lo que a los efectivos policiales les resulta imposible visionar la grabación de lo que allí aconteció en el momento del atraco.