El Congreso ha dado hoy luz verde a la tramitación de la reforma de la Ley de Tráfico, que ha defendido el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, quien se ha mostrado abierto a consensuar la edad a la que establecer el uso obligatorio del casco de bicicleta en ciudad.

La propuesta de reforma, que comienza su andadura parlamentaria, permitirá subir a 130 kilómetros por hora la velocidad máxima en algunos tramos de autovías y autopistas, y duplicará la multa hasta los 1.000 euros por conducir con tasas de alcohol y drogas superiores a lo permitido.

Fernández Díaz ha defendido ante el Pleno de la Cámara el texto, en un debate en el que se ha rechazado la enmienda a la totalidad de la Izquierda Plural, que ha pedido la devolución del proyecto al considerar que no favorece una movilidad sostenible y que está pensado para "el lobby del automóvil".

Sin embargo, Fernández Díaz ha enmarcado la reforma en el objetivo prioritario de reducir la siniestralidad y ha defendido una normativa que dará respuesta a los cinco ejes de la estrategia de Tráfico para lograr una movilidad "más ecológica, más competitiva, más saludable, más universal y más segura".