"Sigue siendo insuficiente. No vale. Papel mojado. Se han limitado a complacer a Batasuna y a buscar complicidad en el extranjero, pero no hay nada nuevo para un Gobierno que ya no cree en los comunicados y solo atenderá ante un definitivo´ se acabó´". Así de contundentes se mostraron anoche diferentes fuentes de la lucha antiterrorisa que siguen sin dar ni credibilidad, ni autoridad, ni validez al último comunicado de ETA.

A la espera de analizar el extenso texto, avanzado en parte por la edición digital de Gara, para el Ministerio del Interior nada cambió tras el anuncio de "alto el fuego" de hace 13 días y nada se va a mover ahora. Tan solo la tierra para cavar una trinchera desde la que el equipo de Alfredo Pérez Rubalcaba pueda combatir la que a su juicio será una presión cada vez mayor, tanto en el País Vasco como en el ámbito internacional, para que tienda una mano a la izquierda aberzale y le ayude a arrastrar a ETA por un camino sin violencia que, a pesar de las buenas intenciones escritas, aún no está confirmado que quiera tomar.

Servicios de información

Hacía días que los servicios de información de la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de la Policía (CNP) habían alertado al Ministerio del Interior de que ETA iba a lanzar un segundo comunicado complaciendo la exigencia de la izquierda aberzale: una tregua indefinida y verificable internacionalmente. El texto se esperaba para la fiesta del Gudari Eguna, a finales de este mes, pero la banda terrorista se ha vuelto a adelantar.

La anticipación de los etarras no ha pillado desprevenidos a los responsables de Interior, que ya habían diseñado e iniciado su propia ofensiva contra la estrategia etarra que, analizada la documentación incautada a los nueve encarcelados ayer de Ekin, solo buscaba la manera de poder presentarse a las próximas citas electorales. A las municipales, en solitario con una nueva marca propia, y a las autonómicas, en coalición con Eusko Alkartasuna.

Ahí es donde radica mucha de la desconfianza de los responsables de la lucha antiterrorista. Tanto en sus declaraciones como en el material intervenido, los nueve miembros de Ekin encarcelados por el juez Fernando Grande-Marlaska advirtieron a Batasuna de que su interpretación del último comunicado de ETA no coincidía con las reales intenciones de la banda. "¿En qué quedamos? Volvemos a lo de siempre, el problema es de ellos y la pugna es entre ellos. Cuando aclaren lo que quieren hacer, si seguir matando o dejar de matar, que nos lo comuniquen", insistieron las mismas fuentes.

En ese contexto no es casual que fuera precisamente ayer cuando las televisiones recibieron un vídeo incautado al último gran jefe de ETA, Mikel Carrera Sarobe, Ata, tras su detención el pasado mes de mayo. En dicho documento, de treinta segundos de duración, un pistolero muestra dos maneras de ejecutar al conductor de un coche. Tras las imágenes, el vídeo incluye escenas de vídeo publicadas en la prensa escrita de los asesinatos del concejal Isaías Carrasco y del empresario Ignacio Uría, en el 2008.

El mensaje que difunde Interior es claro: ETA asegura que apuesta por el diálogo, pero no hace ni cuatro meses que su último gran general repartía un vídeo enseñando asesinar. ¿Qué hay que creer?