La Guardia Civil se encargó ayer de responder al anuncio de alto al fuego de ETA con la detención de nueve miembros de la dirección de Ekin, un complejo entramado político encargado, según los investigadores, de hacer cumplir las directrices de la banda en la calle. Nueve días después del anuncio de una tregua unilateral que convenció a pocos, el Gobierno dio un paso al frente golpeando a ETA donde ahora más le duele: en el corazón del sector más radical de su estructura política y social.

Los responsables de la lucha antiterrorista de la Guardia Civil sostienen que los nueve detenidos ayer son los "herederos" de la dirección de Ekin que la Audiencia Nacional declaró "ilegal" en diciembre del 2007, al considerar que estaba integrada en el complejo terrorista liderado por ETA. El tribunal llegó a definir a Ekin como "parte de las entrañas de ETA" y condenó a la mayor parte de su cúpula.

AYUDAR A LOS FUGADOS Para los responsables de Interior, los ahora detenidos han tomado el relevo de sus antecesores condenados y han mantenido entre sus funciones la de ayudar a los etarras huidos de la justicia que pretenden integrarse en las estructuras terroristas en Francia. También se les atribuyen las labores de "correo" entre la izquierda aberzale y la banda. Concretamente, los investigadores sostienen que los arrestados hicieron llegar a ETA la denominada Declaración de Alsasua, para que los terroristas conocieran el documento antes de su presentación en la localidad navarra del mismo nombre, el 14 de noviembre del año pasado.

En un comunicado, Interior definió a Ekin como "la columna vertebral" de la izquierda aberzale, "es decir, la parte del cuerpo que garantiza que el resto de órganos y partes del entramado puedan funcionar y puedan estar activos". A media mañana y desde Aranjuez, adonde se trasladó para inaugurar un curso de oficiales de la Guardia Civil, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró que la operación policial supone un golpe a la "capacidad de movilización social" de ETA, ya que los detenidos eran los encargados de "dirigir e instrumentalizar" a la izquierda aberzale.

Los arrestos provocaron reacciones críticas en el País Vasco. Aralar y el sindicato LAB denunciaron las detenciones y pidieron al Gobierno que asuma con "madurez" su "responsabilidad" en la resolución del conflicto.

Desde luego, el puñetazo sobre la mesa del Gobierno sorprendió a más de uno y habrá que ver cómo responde ETA al desafío. Son muchos los que esperan que la banda difunda en los próximos días un nuevo comunicado en el que esta vez dé carácter "indefinido" a la tregua y validez internacional a la misma, tal y como le había exigido Batasuna. Las fuerzas de seguridad sostienen que el nuevo comunicado será el resultado de un debate que se lidera en Francia, pero con aportaciones de los presos etarras del Puerto de Santa María y los refugiados en Venezuela y Cuba.